sábado, 4 de junio de 2011

Capítulo 28

Gerard


“El hombre, al quedarse corto de días, ya hastiado de sinsabores, sale como una flor y es cortado, entonces huye como la sombra y no permanece...si el hombre muriere, ¿volverá a vivir?”


-“Prepárate para la noche de bodas… hoy te vas a convertir en mi marido”

¿Podrían creer que susurrando esa frase en su oído logré despertarlo? Si a ésta altura de mi relato lograron conocerlo tan sólo un poco me van a responder que sí, y como yo lo conozco tanto, supe que con una frase que tenga implícita la palabra sexo iba a lograr despabilar a Frank.


-Me lo decís enserio? –dijo sonriendo y rascándose un ojo con dos de sus dedos, mientras despertaba, es un tic que hace todo el tiempo, y que a mí me encanta.
-Aha… te espero en la capilla, te dejé un traje para que te cambies…
-No… es que no puedo… estoy un poco débil… ayúdame a ponérmelo queres?
-Dale, te ayudo… después de todo no va a ser la primera vez que te visto…

Reímos al recordar aquella vez en el tráiler, el día que filmamos el video “Nanana” cuando yo lo vestí, cuando el todavía no se decidía a quererme, cuando me volvía LOCO con su indecisión…

Se quitó la bata que apenas lo cubría quedando por completo desnudo, Frank de inocente no tiene nada, apenas la bata cayó al piso yo me quede inmóvil observándolo, él con su mirada incitante cruzo una pierna en su rodilla impidiéndome ver aquella parte de su exquisito cuerpo que es mi absoluta perdición.

-Y bien Gee? No pensas vestirme? O acaso tenes ganas de adelantar la noche de bodas? –dijo mi siniestro enanito mientras se abría de piernas y se recostaba en la camilla.

Me tiré sobre el tan rápido como pude, hambriento de su cuerpo que hace tanto no poseía, acariciarlo, volver a sentir esa piel, admirar tanta belleza despojada de cualquier prenda molesta, a plena luz del día! El hombre que a mis ojos era el más hermoso de la tierra completamente desnudo sin inhibiciones, todo para mí! Nuevamente lo tenía como quería debajo de mi cuerpo, ya me había tenido que contener hace unos días por mi estúpida idea de… mierda! Maldita idea!

-Fra… fraank—espera, detene-tee, no querrás arruinar la noche de bodas –le dije frenando su mano que comenzaba a agitarse rápidamente sobre mis pantalones

-Mmm tenía esperanza de que te hubieras olvidado de eso de no tener sexo hasta casarnos –me dijo poniendo trompita-

-Amor, falta poco, no podes esperar unas horas?

-sí, Gee, claro que puedo… ayúdame a vestirme entonces.



Le pase su ropa interior, medias negras, traje negro y una camisa blanca.

-Ya está, estas precioso –dije terminando de acomodar el cuello de su camisa-

Lo tomé de la mano y recargándose en mi hombro nos dirigimos a la capilla del hospital.


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Frank aún se encontraba débil, debido a que venía de días de comer poco y nada, si permanecía mucho tiempo de pie se mareaba, por lo que el cura comenzó la ceremonia de una forma poco ortodoxa, Frank apoyado en mí, de espaldas sobre mi pecho y yo abrazándolo por la cintura, solo así conseguí que pudiera permanecer de pie ( <3 mis vidas! ). Hasta el día de hoy que no sé cómo convencí al cura de que nos case de esa forma.

La ceremonia comenzó, y el cura empezó a leer las partes de la biblia que yo había subrayado, frases que quería que Frank escuchara, aproveche que los ojos del sacerdote se fijaron en las páginas del libro sagrado para besar a Frankie en el cuello… no iba a haber manera de que me aguantara a besarlo hasta que termine la ceremonia, eso causo una sonora risita de mi novio, por lo que el cura nos miró, a eso se sumaron las risotadas de nuestros amigos en el fondo, el que no rio fue mi hermano, que como siempre estaba en la luna.

-Jóvenes, por favor, hagan silencio, estamos en la casa de Dios –nos retó el sacerdote

Mikey codeo a Ray diciéndole:

-Y quien está hablando?

xD


-Discúlpenos, continúe padre, es que mi novio se me hace irresistible y no me aguanto tenerlo tan cerca sin tocarlo

Frankie me miro atónito y su cara se puso de color bordo, al igual que la del cura

-Callate Gerard! No digas esas cosas pórtate bien queres!

Hice un puchero, por el reto recibido, a lo que Frankie respondió con un beso en mi mejilla y volvió a acomodarse entre mis brazos.

-Te amo tontito, pero no digas esas cosas a un cura, eso déjalo para cuando estamos solos –me susurro al oído

-Podemos dar comienzo a la ceremonia de una vez? –dijo el cura

-Claro padre continúe por favor –dijo Frank

Por fin, ahora sí, la ceremonia comenzó:

-Estamos reunidos para celebrar la unión de dos seres, la unión de dos almas, que buscan la eternidad, jóvenes sepan que el cielo, no es solamente un estado de existencia, sino un lugar literal y muy real.

Su novio llego a mi muy afligido, -dijo el sacerdote dirigiéndose a Frank- preguntándose que pasará el día en que la muerte los separe, sepan que todos los que hemos sido adoptados en la familia de Dios a través de la Fe en Jesucristo, recibiremos una vida nueva en el cielo. Así como Dios levantó el alma de Jesús, nuestras almas serán resucitadas,  es la prueba definitiva de la vida después de la muerte.
La Biblia nos dice que no solamente hay vida después de la muerte, sino que hay una vida eterna tan gloriosa que “Cosas que ningún ojo vio, ningún oído oyó, ni han sido sentidas en el  corazón de ningún  hombre, son las que Dios ha preparado para los que se aman”

Note como Frank agacho la cabeza, emocionado se dio vuelta y susurro sosteniendo su frente en mi pecho:

-Lo creo Gee, de verdad puedo sentirlo, sé que es verdad, ahora sé que todo es cierto, que Dios nos tiene reservada una vida nueva, una donde ya no tendremos que sufrir nunca más!


Pude devolverle su fe, no sé cómo lo hice pero logre ponerlo feliz, y entonces yo era feliz, hasta el sacerdote sonreía, volví a abrazarlo y le dije que yo también creía, que todo era cierto, que jamás nos separaríamos…

El cura hizo una seña que indicaba que el momento había llegado. Bob, mi mejor amigo nos acercó los anillos –hubiese pagado por adivinar los pensamientos de Bobby en ese momento, solo vi su risa entre burlona y cariñosa a la vez, ufff el había estado al lado mío desde que le confesé que Frank me gustaba, cuando me rechazaba, cuando yo actuaba como un idiota, cuando terminaba yéndome con  algún gato barato a causa de los múltiples rechazos de Frank… años más tarde Bob me confeso que sabía que nosotros dos éramos el uno para el otro, que sabía que íbamos a terminar juntos a pesar de todo. Y no se equivocó.



Tomé el anillo de las manos de Bobby y mientras lo deslizaba en el frágil y delgado dedo de mi futuro esposo comencé a decir mis votos:

-“Así como la hierba que es cortada, vuelve a crecer nuevamente, ayudada por el abrazo del sol, con la humedad de la lluvia, con el arrullo del viento; así mi vida, mi Frank, volveremos a encontrarnos, lo nuestro TE JURO, es eterno, y cuando la vida nos corte, el amor que nos tenemos va a volver a juntarnos en el cielo” Frank, mi vida, mi eternidad, me aceptas como tu esposo más allá de que la muerte nos separe?

-Acepto. Pero Gee… me quedé sin palabras… yo no prepare nada para decirte…

-No es necesario, solo haceme la pregunta.

-Me aceptas como esposo?

-Obvio, le dije sonriendo

Nos acercaron nuevamente el anillo y Frank me lo puso en el dedo. El sacerdote nos declaró oficialmente casados. Y al fin pude besarlo.




Aceptamos nuestra unión. Aceptamos el amor eterno. Aceptamos que la muerte forma parte de ésta vida. Aceptamos que la muerte física no nos iba a separar.

Aceptamos que eternidad no significa vivir para siempre.

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