sábado, 4 de junio de 2011

Capítulo 27

Gerard

“Igual te confieso que yo te hubiera esperado para siempre
-Como te gusta el para siempre eh! Que paso con eso de –vivir el momento?-
-Es que yo quiero muchos momentos así! Quiero la vida llena de momentos como estos, y si, si es posible que sean así para siempre
-Y si para siempre no existe Gee? Que hay si algo nos separara de nuevo? Yo no quiero hacerte sufrir más…”



-Yooo yoo no quiero hacerte sufrir…

-Amor despertaste!
-Po…podes escucharme?
-Shh no te esfuerces, no digas nada amor
-Es que recién… recién te gritaba y no podías oírme…
-Creo que hablabas en sueños…Amor estuviste dormido dos días enteros, yo no me despegue de al lado tuyo y es la primera vez que me hablas
-No…no… yo …yo te vi a vos… y después me vi… en la camilla muerto… y pasé por al lado tuyo, intente tomarte la mano … y no podía… y vos… vos ni te enterabas de que yo estaba ahí…

Frank se puso rojo y torció la cabeza mirando hacia un lado, su respiración se agito y me intranquilice, quise ir en busca de una enfermera, pero él me llamo

-No te das cuenta? Estuve muerto unos instantes, y no pude hablarte, no voy a poder seguir en contacto con vos… se termina todo… yo tenía razón, y vos no quisiste creerme, pero yo lo sabía… no existe el para siempre… sería demasiado bueno para ser verdad..-

Me quede viéndolo durante un rato largo sin saber qué hacer ni que decirle… hasta que lo recordé.
Fui hasta la capilla del hospital, era pequeña pero era el único lugar donde alguien como yo podía encontrar lo que necesitaba con urgencia, hable con el sacerdote que se encontraba durante un largo rato y finalmente lo convencí. Me lleve el pequeño pero grueso librito y regrese a la habitación con Frank, que seguía con la mirada perdida.

-Me dejaste solo
-Pero ya volví, solo fue un momento Frank
-Fue un rato bastante largo… ya no te importo , lo se…
-Como se te ocurre? Shh no digas eso… Salí solo un momento para arreglar algo para los dos… pero quiero que sea una sorpresa si?

Frank me miro con las mejillas iluminadas al escuchar la palabra “sorpresa”, algo a lo que él nunca pudo resistirse.

-Ok, te perdono… pero ya no te vayas de al lado mío si?
-Te lo prometo, además me traje algo para leer mientras te hago compañía, vos descansa.

A la par que Frankie cerraba nuevamente sus ojitos, yo abría por primera vez las páginas de aquel libro, un libro que creí que nunca iba a tener entre mis manos, pero que hoy era la esperanza de la salvación para Frank… y para mí también, debo reconocerlo, asique comencé a buscar las respuestas que necesitaba, para que Frank volviera a creer y para ver si yo podía empezar, por primera vez a hacerlo.

--------------------------------------


La pequeña capilla del hospital, no estaba adornada de flores, no había músicos tocando el Aleluya, no había periodistas por ningún lado, solo mis hermanos; mi hermano de sangre Mikey y mis otros dos hermanos de la vida, los mejores amigos que pude tener Bob y Ray.

Fui hacia donde el amor de mi vida aún descansaba y traté de despertarlo acariciando su mejilla, Ja, Claro! como si eso fuese posible, Frank iba a seguir durmiendo como una piedra hasta el último de sus días, reí al recordar lo imposible que es hacer que despierte. Me acuerdo esa vez en que tuvimos la primer entrevista importante en MTV, Frank y mi hermano no llegaban, habían salido juntos la noche anterior y la entrevista estaba por empezar en vivo en menos de diez minutos, y de ellos ni noticias. Cuestión que los productores estaban enojadísimos con nosotros e iban a empezar la nota solo con los tres que estábamos presentes, ya me podía imaginar lo mal que nos iban a tratar, y las pestes que iban a hablar de la banda… en fin, a menos de dos minutos de que la cámara se encienda apareció mi hermano arrastrando a Frank por la puerta, que todavía estaba en pijamas! Alguien de la producción le trajo una camisa y un café, y así salió a la nota, lo enfocaron de la cintura para arriba para que no se puedan ver los pantalones de estampado de lunitas que mi ridículo Frankie llevaba puestos.
También me acordé que desde esa época ya me gustaba…

No hay comentarios:

Publicar un comentario