sábado, 4 de junio de 2011

Capítulo 29

“Yo no soy quien crees, Yo no caí del cielo”


Acaricié su mejilla, la palidez de su hermosísimo rostro, sus ojos gigantes que me miraban con ese brillo especial, con esa transparencia que siempre tuvo, en ése momento me divirtió pensar que él era un ángel, debía serlo.
No era sólo su belleza, era su calidez, su forma de ser, la dulzura que siempre lo envolvía, la paz y la valentía con la que afronto las decisiones más duras.

Lo acompañé a su habitación, le dije que volvería en un rato, intento retenerme, hizo un torpe ademán elevando con esfuerzo su débil brazo, estirándolo… extendió su mano también… le sonreí como pude y me alejé sin decir nada.
.
Ese día, estas últimas semanas… las cosas que sabía, las cosas que no podía quitarme de la cabeza, mi alma necesitaba un descanso, había tratado, tratado tan fuerte que lo conseguí, le devolví a la persona que amo la fe, pero ser su apoyo  -Por más que ame serlo y él bien sabe que le soy incondicional- me había dejado el alma cargado, cargado de angustia, de necesidades mías, de sentimientos cruzados, por momentos creí que tenía una esquizofrenia no diagnosticada ya a veces solo quería buscar la forma de retenerlo egoístamente a mi lado, y en otros momentos sólo buscaba la forma en que él se vaya alejando de mí en paz…

Caminé hasta el patio, me senté en el césped recién cortado, encendí un cigarrillo y aspiré, contuve el aliento un largo rato, reteniendo el humo… y por primera vez en mucho tiempo sentía que respiraba, ese aire envenenado me hacía sentir cómodo, yo pertenecía a esa nube gris… y me hacía sentir vivo. Ese era mi mundo ahora… gris, agridulce… mi mundo con felicidad de papel… frágil, inestable, propenso a deshacerse ante la más ligera llovizna…

En habitual contraste con mi ser, el día era a los ojos de cualquiera maravilloso… el cielo estaba particularmente despejado, no había una sola nube, y la temperatura era ideal para estar al aire libre. Maldita vida mentirosa, pensé en como los demás pueden regocijarse ante un día como este, ante la simpleza de un cielo celeste, y supe que yo ya nunca voy volver a sentir algo así en mi vida.

Volví a darle una pitada al cigarrillo y retener el aire… fue en ése instante que una oleada de aroma a vainilla choco con el olor del veneno, sonreí.
Le había regalado un aromatizante para la habitación, para las sábanas principalmente, odiaba como todo se impregnaba con ese “olor a hospital” pero ahora todo Frank olía a flan.
Le pregunté qué hacia afuera, que si caminaba podía marearse, que no era recomendable estar al lado mío mientras fumaba…

-Tranquilo Gee… no voy a romperme, puedo caminar, y voy a besar esos labios envenenados aunque se me vaya la vida en ello…

Intenté sonreír ante su comentario, pero quise ser sincero y le dije:

-Siento que voy a derrumbarme Frank…

-Acá estoy, nunca voy a irme…derrumbate sobre mi hombro, te amo. Está bien. Estoy bien. Vamos a estar bien.  -Me dijo tomándome del rostro, intentando hacerlo con fuerza, podía sentir como temblaban sus manitos presionando mis mejillas, no pude más que tomarlas entre las mías y besarlas, y luego besarlo a él. -

-Abrazáme Frank…  -Le dije, él me invadió por detrás, cruzando sus brazos en mi pecho, acomodó cómodamente su cabeza en el hueco entre mi hombro y mi cuello… me llene de ese aroma a vainilla que desprendía, me dijo que podía llorar si me sentía triste… pero no quise… no quería flaquear, me dijo que me serviría descargarme, pero yo sentía que liberar mis lágrimas serian fallarle…

-Mirá al cielo mi vida…

Pero yo no me movía, solo me acurrucaba más, perdiéndome entre la oscuridad de su cabello, el rió y empujó el hombro haciéndome que salga, me quejé, pero solo calló y señalo hacia arriba.

-Pedí un deseo


-Eso es una estrella fugaz?
-Si! Rápido antes que se aleje, pedí un deseo
-Es fácil, quiero que…
-SHHHHHH si lo decís no se cumple!, ahora yo “…” listo! deseo enviado al universo.
-Bebé! Como podes cambiar mi humor, en segundos, seguro que pediste eso, que me ponga contento
-Ahh… nunca te vas a enterar que fue lo que pedí, quiero que se me cumpla.
-Vos tampoco vas a enterarte, yo también quiero que se me cumpla. Que tarde más rara… hoy una estrella se desprendió del cielo, allá arriba deben estar furioso que intento robarle uno de sus ángeles…

-Gee que son esas bobadas?  Dijo riendo-  bueno… tampoco para que pongas esa cara –Exclamó ante mi  ceño fruncido- fué un poco cursi pero muy lindo, pero no sé que me ves a mí de ángel.

Reí también, y le respondí que jamás lo entendería, que para hacerlo tendría que verse a través de mis ojos. Sé que él es mi luz, mi esperanza.

-Ves? Porqué sos tan tierno? Como te amo…-dijo interrumpiéndose por un segundo- … colorado cursi!
-No me digas colorado
-No claro… no colorado… voy… voy a regresar…
-Bueno, ahora voy yo, me fumo otro y voy
-Si claro, otro paquete querrás decir… bueno nos vemos…



Me puse de pié y entré, me disponía a ir a hablar con el director del hospital, pero cuando llegué a su oficina, para mi sorpresa, lo vi a Frank a través de la pequeña ventanita de la puerta, me quedé observando, el gesticulaba para todos lados, se veía furioso, el director  intentaba calmarlo, tras forcejear un poco se separaron, él abrió la puerta con brusquedad y me vio ahí parado, yo permanecía inamovible, no entendía que pasaba, sus ojos estaban rojos y brillaban, pero no de la manera en la que brillaban hace un rato, tenían el brillo de la tristeza, el que provocan las lágrimas.

-Te dije que no era un ángel, un ángel no hace sufrir a la persona que ama, te libero, podés destruir cualquier documento que te vincule conmigo, es más podemos anular el matrimonio, tan solo transcurrieron unas cuantas horas, alejate de mí, en serio, antes que te destruya, estas a tiempo, yo…conmigo vas a sufrir, solo te hago sufrir

-Que paso? Amor no me asustes!, calmate veni, -Lo abrace, él se negaba, pero estaba tan débil que era muy fácil retenerlo apretado fuerte contra mí, sentía como lloraba, lo hacía en silencio, tan solo me daba cuenta que lloraba porque sentía su cuerpo contraerse sobre el mío, volví a preguntarle, al oído, le pedí que me cuente que pasaba, que sea lo que sea lo entendería.

-No te mereces esto, vos sos tan bueno conmigo
-Yo no soy bueno, yo te amo, contáme
-Me volvió a pasar… allá afuera, en el patio mientras conversábamos… volví a olvidarme
-Claro… por eso me dijiste colorado
-Aha, lo siento…
-Preguntáme… lo que necesites saber no tenes más que preguntarme, y si no te acordás como me llamo tan solo decime amor
-Sos increíble, en serio lo sos
-No soy increíble, tan solo te amo. Pregúntame.
-Como… te llamas? Me siento estúpido!
-Gee
-Gee … correcto …-Torció los ojos hacia arriba, se notaba que intentaba forzar la memoria, lo ayudé-
-Gera…
-Gerard.
-Felicitaciones! Andá para tu habitación y dejáme hablar con el doctor para ver cuando te dan el alta y podes venir a reclamar tu premio.
-Premio? No sabía que había un premio
-Te informo que ningún matrimonio se va a anular, y que todavía hay una noche de bodas en pié esperándonos.
-No puedo creerlo! Tenés razón… tanto hombre que agarrar y yo acá que apenas puedo tenerme en pié
-Jajaja mejor para mí, me voy a poder aprovechar cuanto quiera de vos bebé hermoso.
-Gracias Gee… por todo, por la paciencia…
-Anda amor en serio, como me dijiste hace un rato, vamos a estar bien.


Y así nos dábamos fuerza mutuamente, en cuanto uno flaqueaba el otro estaba ahí, dispuesto a darle ánimos, a darle esperanzas, a darle motivos por los cuales seguir en pié, paso a paso, un día más, una nueva sorpresa, una nueva caricia, una nueva palabra de aliento, cualquier motivo era razón suficiente para despertar al siguiente amanecer, y para hacerlo juntos, lo único que a mí me quitaría las fuerzas seria estar sin él. Y me aterraba.

Capítulo 28

Gerard


“El hombre, al quedarse corto de días, ya hastiado de sinsabores, sale como una flor y es cortado, entonces huye como la sombra y no permanece...si el hombre muriere, ¿volverá a vivir?”


-“Prepárate para la noche de bodas… hoy te vas a convertir en mi marido”

¿Podrían creer que susurrando esa frase en su oído logré despertarlo? Si a ésta altura de mi relato lograron conocerlo tan sólo un poco me van a responder que sí, y como yo lo conozco tanto, supe que con una frase que tenga implícita la palabra sexo iba a lograr despabilar a Frank.


-Me lo decís enserio? –dijo sonriendo y rascándose un ojo con dos de sus dedos, mientras despertaba, es un tic que hace todo el tiempo, y que a mí me encanta.
-Aha… te espero en la capilla, te dejé un traje para que te cambies…
-No… es que no puedo… estoy un poco débil… ayúdame a ponérmelo queres?
-Dale, te ayudo… después de todo no va a ser la primera vez que te visto…

Reímos al recordar aquella vez en el tráiler, el día que filmamos el video “Nanana” cuando yo lo vestí, cuando el todavía no se decidía a quererme, cuando me volvía LOCO con su indecisión…

Se quitó la bata que apenas lo cubría quedando por completo desnudo, Frank de inocente no tiene nada, apenas la bata cayó al piso yo me quede inmóvil observándolo, él con su mirada incitante cruzo una pierna en su rodilla impidiéndome ver aquella parte de su exquisito cuerpo que es mi absoluta perdición.

-Y bien Gee? No pensas vestirme? O acaso tenes ganas de adelantar la noche de bodas? –dijo mi siniestro enanito mientras se abría de piernas y se recostaba en la camilla.

Me tiré sobre el tan rápido como pude, hambriento de su cuerpo que hace tanto no poseía, acariciarlo, volver a sentir esa piel, admirar tanta belleza despojada de cualquier prenda molesta, a plena luz del día! El hombre que a mis ojos era el más hermoso de la tierra completamente desnudo sin inhibiciones, todo para mí! Nuevamente lo tenía como quería debajo de mi cuerpo, ya me había tenido que contener hace unos días por mi estúpida idea de… mierda! Maldita idea!

-Fra… fraank—espera, detene-tee, no querrás arruinar la noche de bodas –le dije frenando su mano que comenzaba a agitarse rápidamente sobre mis pantalones

-Mmm tenía esperanza de que te hubieras olvidado de eso de no tener sexo hasta casarnos –me dijo poniendo trompita-

-Amor, falta poco, no podes esperar unas horas?

-sí, Gee, claro que puedo… ayúdame a vestirme entonces.



Le pase su ropa interior, medias negras, traje negro y una camisa blanca.

-Ya está, estas precioso –dije terminando de acomodar el cuello de su camisa-

Lo tomé de la mano y recargándose en mi hombro nos dirigimos a la capilla del hospital.


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Frank aún se encontraba débil, debido a que venía de días de comer poco y nada, si permanecía mucho tiempo de pie se mareaba, por lo que el cura comenzó la ceremonia de una forma poco ortodoxa, Frank apoyado en mí, de espaldas sobre mi pecho y yo abrazándolo por la cintura, solo así conseguí que pudiera permanecer de pie ( <3 mis vidas! ). Hasta el día de hoy que no sé cómo convencí al cura de que nos case de esa forma.

La ceremonia comenzó, y el cura empezó a leer las partes de la biblia que yo había subrayado, frases que quería que Frank escuchara, aproveche que los ojos del sacerdote se fijaron en las páginas del libro sagrado para besar a Frankie en el cuello… no iba a haber manera de que me aguantara a besarlo hasta que termine la ceremonia, eso causo una sonora risita de mi novio, por lo que el cura nos miró, a eso se sumaron las risotadas de nuestros amigos en el fondo, el que no rio fue mi hermano, que como siempre estaba en la luna.

-Jóvenes, por favor, hagan silencio, estamos en la casa de Dios –nos retó el sacerdote

Mikey codeo a Ray diciéndole:

-Y quien está hablando?

xD


-Discúlpenos, continúe padre, es que mi novio se me hace irresistible y no me aguanto tenerlo tan cerca sin tocarlo

Frankie me miro atónito y su cara se puso de color bordo, al igual que la del cura

-Callate Gerard! No digas esas cosas pórtate bien queres!

Hice un puchero, por el reto recibido, a lo que Frankie respondió con un beso en mi mejilla y volvió a acomodarse entre mis brazos.

-Te amo tontito, pero no digas esas cosas a un cura, eso déjalo para cuando estamos solos –me susurro al oído

-Podemos dar comienzo a la ceremonia de una vez? –dijo el cura

-Claro padre continúe por favor –dijo Frank

Por fin, ahora sí, la ceremonia comenzó:

-Estamos reunidos para celebrar la unión de dos seres, la unión de dos almas, que buscan la eternidad, jóvenes sepan que el cielo, no es solamente un estado de existencia, sino un lugar literal y muy real.

Su novio llego a mi muy afligido, -dijo el sacerdote dirigiéndose a Frank- preguntándose que pasará el día en que la muerte los separe, sepan que todos los que hemos sido adoptados en la familia de Dios a través de la Fe en Jesucristo, recibiremos una vida nueva en el cielo. Así como Dios levantó el alma de Jesús, nuestras almas serán resucitadas,  es la prueba definitiva de la vida después de la muerte.
La Biblia nos dice que no solamente hay vida después de la muerte, sino que hay una vida eterna tan gloriosa que “Cosas que ningún ojo vio, ningún oído oyó, ni han sido sentidas en el  corazón de ningún  hombre, son las que Dios ha preparado para los que se aman”

Note como Frank agacho la cabeza, emocionado se dio vuelta y susurro sosteniendo su frente en mi pecho:

-Lo creo Gee, de verdad puedo sentirlo, sé que es verdad, ahora sé que todo es cierto, que Dios nos tiene reservada una vida nueva, una donde ya no tendremos que sufrir nunca más!


Pude devolverle su fe, no sé cómo lo hice pero logre ponerlo feliz, y entonces yo era feliz, hasta el sacerdote sonreía, volví a abrazarlo y le dije que yo también creía, que todo era cierto, que jamás nos separaríamos…

El cura hizo una seña que indicaba que el momento había llegado. Bob, mi mejor amigo nos acercó los anillos –hubiese pagado por adivinar los pensamientos de Bobby en ese momento, solo vi su risa entre burlona y cariñosa a la vez, ufff el había estado al lado mío desde que le confesé que Frank me gustaba, cuando me rechazaba, cuando yo actuaba como un idiota, cuando terminaba yéndome con  algún gato barato a causa de los múltiples rechazos de Frank… años más tarde Bob me confeso que sabía que nosotros dos éramos el uno para el otro, que sabía que íbamos a terminar juntos a pesar de todo. Y no se equivocó.



Tomé el anillo de las manos de Bobby y mientras lo deslizaba en el frágil y delgado dedo de mi futuro esposo comencé a decir mis votos:

-“Así como la hierba que es cortada, vuelve a crecer nuevamente, ayudada por el abrazo del sol, con la humedad de la lluvia, con el arrullo del viento; así mi vida, mi Frank, volveremos a encontrarnos, lo nuestro TE JURO, es eterno, y cuando la vida nos corte, el amor que nos tenemos va a volver a juntarnos en el cielo” Frank, mi vida, mi eternidad, me aceptas como tu esposo más allá de que la muerte nos separe?

-Acepto. Pero Gee… me quedé sin palabras… yo no prepare nada para decirte…

-No es necesario, solo haceme la pregunta.

-Me aceptas como esposo?

-Obvio, le dije sonriendo

Nos acercaron nuevamente el anillo y Frank me lo puso en el dedo. El sacerdote nos declaró oficialmente casados. Y al fin pude besarlo.




Aceptamos nuestra unión. Aceptamos el amor eterno. Aceptamos que la muerte forma parte de ésta vida. Aceptamos que la muerte física no nos iba a separar.

Aceptamos que eternidad no significa vivir para siempre.

Capítulo 27

Gerard

“Igual te confieso que yo te hubiera esperado para siempre
-Como te gusta el para siempre eh! Que paso con eso de –vivir el momento?-
-Es que yo quiero muchos momentos así! Quiero la vida llena de momentos como estos, y si, si es posible que sean así para siempre
-Y si para siempre no existe Gee? Que hay si algo nos separara de nuevo? Yo no quiero hacerte sufrir más…”



-Yooo yoo no quiero hacerte sufrir…

-Amor despertaste!
-Po…podes escucharme?
-Shh no te esfuerces, no digas nada amor
-Es que recién… recién te gritaba y no podías oírme…
-Creo que hablabas en sueños…Amor estuviste dormido dos días enteros, yo no me despegue de al lado tuyo y es la primera vez que me hablas
-No…no… yo …yo te vi a vos… y después me vi… en la camilla muerto… y pasé por al lado tuyo, intente tomarte la mano … y no podía… y vos… vos ni te enterabas de que yo estaba ahí…

Frank se puso rojo y torció la cabeza mirando hacia un lado, su respiración se agito y me intranquilice, quise ir en busca de una enfermera, pero él me llamo

-No te das cuenta? Estuve muerto unos instantes, y no pude hablarte, no voy a poder seguir en contacto con vos… se termina todo… yo tenía razón, y vos no quisiste creerme, pero yo lo sabía… no existe el para siempre… sería demasiado bueno para ser verdad..-

Me quede viéndolo durante un rato largo sin saber qué hacer ni que decirle… hasta que lo recordé.
Fui hasta la capilla del hospital, era pequeña pero era el único lugar donde alguien como yo podía encontrar lo que necesitaba con urgencia, hable con el sacerdote que se encontraba durante un largo rato y finalmente lo convencí. Me lleve el pequeño pero grueso librito y regrese a la habitación con Frank, que seguía con la mirada perdida.

-Me dejaste solo
-Pero ya volví, solo fue un momento Frank
-Fue un rato bastante largo… ya no te importo , lo se…
-Como se te ocurre? Shh no digas eso… Salí solo un momento para arreglar algo para los dos… pero quiero que sea una sorpresa si?

Frank me miro con las mejillas iluminadas al escuchar la palabra “sorpresa”, algo a lo que él nunca pudo resistirse.

-Ok, te perdono… pero ya no te vayas de al lado mío si?
-Te lo prometo, además me traje algo para leer mientras te hago compañía, vos descansa.

A la par que Frankie cerraba nuevamente sus ojitos, yo abría por primera vez las páginas de aquel libro, un libro que creí que nunca iba a tener entre mis manos, pero que hoy era la esperanza de la salvación para Frank… y para mí también, debo reconocerlo, asique comencé a buscar las respuestas que necesitaba, para que Frank volviera a creer y para ver si yo podía empezar, por primera vez a hacerlo.

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La pequeña capilla del hospital, no estaba adornada de flores, no había músicos tocando el Aleluya, no había periodistas por ningún lado, solo mis hermanos; mi hermano de sangre Mikey y mis otros dos hermanos de la vida, los mejores amigos que pude tener Bob y Ray.

Fui hacia donde el amor de mi vida aún descansaba y traté de despertarlo acariciando su mejilla, Ja, Claro! como si eso fuese posible, Frank iba a seguir durmiendo como una piedra hasta el último de sus días, reí al recordar lo imposible que es hacer que despierte. Me acuerdo esa vez en que tuvimos la primer entrevista importante en MTV, Frank y mi hermano no llegaban, habían salido juntos la noche anterior y la entrevista estaba por empezar en vivo en menos de diez minutos, y de ellos ni noticias. Cuestión que los productores estaban enojadísimos con nosotros e iban a empezar la nota solo con los tres que estábamos presentes, ya me podía imaginar lo mal que nos iban a tratar, y las pestes que iban a hablar de la banda… en fin, a menos de dos minutos de que la cámara se encienda apareció mi hermano arrastrando a Frank por la puerta, que todavía estaba en pijamas! Alguien de la producción le trajo una camisa y un café, y así salió a la nota, lo enfocaron de la cintura para arriba para que no se puedan ver los pantalones de estampado de lunitas que mi ridículo Frankie llevaba puestos.
También me acordé que desde esa época ya me gustaba…

Capítulo 26


¿Ésta es la vida real?
¿O es solo una fantasía?
Sigo atrapado mientras alrededor todo se derrumba
No hay forma de escapar a la realidad
Abre tus ojos, elévalos al cielo y mírame

No quise hacerte llorar
Si no regreso en la mañana
Sigue, sigue, como si no importara nada

Se hizo demasiado tarde, mi tiempo ha llegado
Siento escalofríos
Mi cuerpo me duele en todo momento
Adiós a todos - Me tengo que ir
Tengo que dejarlos y enfrentar mi verdad
No quiero morir...

Ya nada en verdad importa
Cualquiera se puede dar cuenta
Ya nada importa- nada me importa en realidad.
De cualquier manera, el viento seguirá soplando...


Frank

Me desperté temprano esa mañana, puse mis pies en el piso, siempre me cuido de poner el pie derecho antes que el izquierdo, es una costumbre que tengo desde que mi abuelo me conto que él lo hacía para así empezar el día “con buena suerte”, sonreí al recordarlo, me levante de la cama, y camine tambaleante en dirección al baño, una vez que entre me encerré allí. No sé bien porque lo hice… pero en ese momento necesitaba estar aislado del mundo que me rodeaba, de ese mundo al que en tan poco tiempo iba a dejar de pertenecer y por primera vez desde que me entere lo que me pesaba, me sentí diferente.

Gire la cerradura, encerrándome, y me deslice de espaldas sobre la puerta, dejándome caer.
Nunca creí que iba a tener tiempo para meditar sobre mi propia muerte, de alguna manera es algo que a la mayoría de los mortales no nos sucede, verdad? Siempre creí que iba a morir de golpe, en un accidente… soy muy distraído y de chico le daba a mama unos sustos de muerte cada vez que me veía cruzar la calle sin mirar nunca en dirección a los autos, tan solo tomaba velocidad y cruzaba corriendo de una vereda a la de enfrente, al día de hoy sigo haciendo lo mismo … asique siempre creí que sería así, de golpe, PUM! pero estar avisado, tener la certeza de que determinado día se acaba la fiesta, déjenme decirles que es bastante raro. Y no en ese sentido tan genial en el que raro es bueno.

No sé si fue o no una coincidencia sentirme así justo el primer día verdaderamente frio de otoño, ese en el que sentís que el verano se fue oficialmente hasta el próximo año… además era domingo, y los domingos siempre me parecieron de lo más deprimente, asique la dupla domingo frio y gris era de lo peor.

Voy a morir, sin embargo, no suenan alarmas, no hay sorpresas… solo silencio… la palabra muerte resuena una y otra vez dentro de mi cabeza, solo yo puedo oírla, golpear con fuerza en cada extremo de mi cerebro, causando un eco en el vacío… afuera solo silencio…. Él todavía duerme, lo sé porque aún puedo escuchar su respiración apaciguada… en el octavo piso no llegan los ruidos de la calle… silencio… solo silencio… y dentro de mi cabeza un huracán comienza a desatarse.

Pero el mundo no se va a detener por más que yo no siga respirando, el viento seguirá soplando, y nada cambiara realmente, tan solo modificare en una pequeñísima e insignificante parte este planeta dejando de existir… el huracán dentro mío se hace más fuerte y comienza a arrasar con todo a su paso.

Intento ponerme de pie, lo intento pero las rodillas me fallan y caigo, una vez mas de golpe contra el suelo.
EL lo escucha, la calma de la habitación se transforma, ya no siento su respiración tranquila, sino sus pasos acercarse apresurados y los golpes de su puño contra la puerta del baño.

Intento ponerme de pie, sin éxito alguno, los golpes suenan con más fuerza y ya todo se nubla, los ruidos dentro y fuera de mi cabeza se hacen uno solo y quiero que todo se detenga, me llevo las manos a los oídos y apretó fuerte las palmas contra ellos, intentando no escuchar… silencio… necesito silencio…
Me desvanezco… y encuentro en una paz perturbadora el tan ansiado silencio, hay una luz cegadora, puedo sentir la humedad bañar mi rostro y el sabor a sal llegar a mi boca, son lágrimas, pero no las mías, y comienzo a llorar yo también porque se a quién pertenecen, y me duele…

La luz me impide ver, por lo que cierro los ojos, al cabo de un rato logro escuchar el sonido de una sirena, asumo que es una ambulancia, que EL la llamo, pobre… intenta retenerme. Yo no hago ningún esfuerzo por aferrarme a la vida,  sé que EL sufre pero yo encontré el silencio que estaba necesitando, después de todo tarde o temprano este momento llegaría.

Veo mi cuerpo que yace en la camilla del hospital, la luz se hace más tenue y empiezo a poder ver y escuchar, estoy atravesado por cables, me conectaron a un respirador, media docena de médicos están sobre mí, apresurados, corren de un lado a otro de la sala… no me interesa seguir viendo esa escena… busco donde está… mi espíritu se pasea por el corredor, no tengo que ir muy lejos para encontrarlo, EL está ahí, una puerta lo separa de mi cuerpo, sus ojos están fijos en él, pero mi alma está a su lado, yo estoy a su lado… le grito que no mire hacia dentro, que lo que está sobre la camilla no es más que una cascara, que yo estoy ahí, pegado a EL, pero no puede oírme, y lloro, intento enlazar su mano a la mía pero solo logro atravesarla, me impaciento, y ya este silencio no me está gustando tanto, comienzo a desesperarme.

Atravieso la puerta y veo como el monitor conectado a los cables de mi cuerpo grafican una línea recta, escucho el sonido del aparato cuando dejo de escuchar mis latidos, que hace rato cesaron, pero los médicos no dejaban de intentar hacerme reaccionar.

No quiero morir, no todavía, me trepo a la camilla donde me encuentro entrelazado de los cables, me tumbo sobre mi cuerpo e intento meterme dentro, pero me doy cuenta que no despierto, me pongo de pie nuevamente, quiero ir con Gee pero la luz aparece de nuevo, sé que está aquí para llevarme con ella.

Un choque de electricidad oscurece todo por un segundo, luego la luz vuelve… el sonido en el monitor… la línea sigue recta…
Nuevamente el choque eléctrico, la luz por fin se apaga, el monitor deja de emitir ese chillido irritante. La línea comienza a graficar leves montañitas en la pantalla. Estoy de regreso.

Capítulo 26


¿Esta es la vida real?
¿O es solo una fantasía?
Sigo atrapado mientras alrededor todo se derrumba
No hay forma de escapar a la realidad
Abre tus ojos, elévalos al cielo y mírame

No quise hacerte llorar
Si no regreso en la mañana
Sigue, sigue, como si no importara nada

Se hizo demasiado tarde, mi tiempo ha llegado
Siento escalofríos
Mi cuerpo me duele en todo momento
Adiós a todos - Me tengo que ir
Tengo que dejarlos y enfrentar mi verdad
No quiero morir...

Ya nada en verdad importa
Cualquiera se puede dar cuenta
Ya nada importa- nada me importa en realidad.
De cualquier manera, el viento seguirá soplando...


Frank

Me desperté temprano esa mañana, puse mis pies en el piso, siempre me cuido de poner el pie derecho antes que el izquierdo, es una costumbre que tengo desde que mi abuelo me conto que él lo hacía para así empezar el día “con buena suerte”, sonreí al recordarlo, me levante de la cama, y camine tambaleante en dirección al baño, una vez que entre me encerré allí. No sé bien porque lo hice… pero en ese momento necesitaba estar aislado del mundo que me rodeaba, de ese mundo al que en tan poco tiempo iba a dejar de pertenecer y por primera vez desde que me entere lo que me pesaba, me sentí diferente.

Gire la cerradura, encerrándome, y me deslice de espaldas sobre la puerta, dejándome caer.
Nunca creí que iba a tener tiempo para meditar sobre mi propia muerte, de alguna manera es algo que a la mayoría de los mortales no nos sucede, verdad? Siempre creí que iba a morir de golpe, en un accidente… soy muy distraído y de chico le daba a mama unos sustos de muerte cada vez que me veía cruzar la calle sin mirar nunca en dirección a los autos, tan solo tomaba velocidad y cruzaba corriendo de una vereda a la de enfrente, al día de hoy sigo haciendo lo mismo … asique siempre creí que sería así, de golpe, PUM! pero estar avisado, tener la certeza de que determinado día se acaba la fiesta, déjenme decirles que es bastante raro. Y no en ese sentido tan genial en el que raro es bueno.

No sé si fue o no una coincidencia sentirme así justo el primer día verdaderamente frio de otoño, ese en el que sentís que el verano se fue oficialmente hasta el próximo año… además era domingo, y los domingos siempre me parecieron de lo más deprimente, asique la dupla domingo frio y gris era de lo peor.

Voy a morir, sin embargo, no suenan alarmas, no hay sorpresas… solo silencio… la palabra muerte resuena una y otra vez dentro de mi cabeza, solo yo puedo oírla, golpear con fuerza en cada extremo de mi cerebro, causando un eco en el vacío… afuera solo silencio…. Él todavía duerme, lo sé porque aún puedo escuchar su respiración apaciguada… en el octavo piso no llegan los ruidos de la calle… silencio… solo silencio… y dentro de mi cabeza un huracán comienza a desatarse.

Pero el mundo no se va a detener por más que yo no siga respirando, el viento seguirá soplando, y nada cambiara realmente, tan solo modificare en una pequeñísima e insignificante parte este planeta dejando de existir… el huracán dentro mío se hace más fuerte y comienza a arrasar con todo a su paso.

Intento ponerme de pie, lo intento pero las rodillas me fallan y caigo, una vez mas de golpe contra el suelo.
EL lo escucha, la calma de la habitación se transforma, ya no siento su respiración tranquila, sino sus pasos acercarse apresurados y los golpes de su puño contra la puerta del baño.

Intento ponerme de pie, sin éxito alguno, los golpes suenan con más fuerza y ya todo se nubla, los ruidos dentro y fuera de mi cabeza se hacen uno solo y quiero que todo se detenga, me llevo las manos a los oídos y apretó fuerte las palmas contra ellos, intentando no escuchar… silencio… necesito silencio…
Me desvanezco… y encuentro en una paz perturbadora el tan ansiado silencio, hay una luz cegadora, puedo sentir la humedad bañar mi rostro y el sabor a sal llegar a mi boca, son lágrimas, pero no las mías, y comienzo a llorar yo también porque se a quién pertenecen, y me duele…

La luz me impide ver, por lo que cierro los ojos, al cabo de un rato logro escuchar el sonido de una sirena, asumo que es una ambulancia, que EL la llamo, pobre… intenta retenerme. Yo no hago ningún esfuerzo por aferrarme a la vida,  sé que EL sufre pero yo encontré el silencio que estaba necesitando, después de todo tarde o temprano este momento llegaría.

Veo mi cuerpo que yace en la camilla del hospital, la luz se hace más tenue y empiezo a poder ver y escuchar, estoy atravesado por cables, me conectaron a un respirador, media docena de médicos están sobre mí, apresurados, corren de un lado a otro de la sala… no me interesa seguir viendo esa escena… busco donde está… mi espíritu se pasea por el corredor, no tengo que ir muy lejos para encontrarlo, EL está ahí, una puerta lo separa de mi cuerpo, sus ojos están fijos en él, pero mi alma está a su lado, yo estoy a su lado… le grito que no mire hacia dentro, que lo que está sobre la camilla no es más que una cascara, que yo estoy ahí, pegado a EL, pero no puede oírme, y lloro, intento enlazar su mano a la mía pero solo logro atravesarla, me impaciento, y ya este silencio no me está gustando tanto, comienzo a desesperarme.

Atravieso la puerta y veo como el monitor conectado a los cables de mi cuerpo grafican una línea recta, escucho el sonido del aparato cuando dejo de escuchar mis latidos, que hace rato cesaron, pero los médicos no dejaban de intentar hacerme reaccionar.

No quiero morir, no todavía, me trepo a la camilla donde me encuentro entrelazado de los cables, me tumbo sobre mi cuerpo e intento meterme dentro, pero me doy cuenta que no despierto, me pongo de pie nuevamente, quiero ir con Gee pero la luz aparece de nuevo, sé que está aquí para llevarme con ella.

Un choque de electricidad oscurece todo por un segundo, luego la luz vuelve… el sonido en el monitor… la línea sigue recta…
Nuevamente el choque eléctrico, la luz por fin se apaga, el monitor deja de emitir ese chillido irritante. La línea comienza a graficar leves montañitas en la pantalla. Estoy de regreso.

Capitulo 25


“If you Marry me, will you burry me… will you carry me to the end?”

Gerard

Había pescado un resfriado de esos que te dejan tumbado, sin ganas de hacer otra cosa que no sea meterte en la cama, taparte hasta las narices, y rogar quedarte dormido para dejar de sentirte así. Si me recostaba del lado izquierdo la nariz se me tapaba de ese lado, si lo hacia del derecho se me tapaba del derecho, termine boca arriba con la almohada un poco inclinada y dándome por vencido, respirando por la boca.

-Nosotros dos…
-Uhhmm? –respondí, me estaba quedando medio dormido cuando oí la voz de Frank

-Nosotros dos Gee… deberíamos casarnos

COF COF COF COF –comencé a toser, no se si del resfriado o de la impresión que me dio la imagen mental que se me vino al cerebro luego de escuchar sus palabras: ya me imaginaba Frank vestido de blanco, con una larga cola, un velo de tul en la cabeza y un ramo de flores en la mano…

-Que cosas decís Frankie…
-En serio! Pienso que deberíamos sellar nuestra relación
-No soy un hombre de compromisos, lo sabes
-Ni siquiera conmigo?
-Vos me entendes, yo… yo no me veo casado…
-NI SIQUIERA CONMIGO???!!
-Frank, amor… -dije estirando el brazo para alcanzar un pañuelito de papel de la mesita de noche y secarme la nariz- lo único que necesitamos es saber que nos amamos, yo no necesito un papel que diga que tenemos un compromiso, mi compromiso es estar para siempre al lado tuyo, y eso te lo puedo jurar acá mismo que se va a cumplir
-Lo se Gee… pero es que tengo miedo de algo…
-Que es lo que te preocupa mi vida?
-Que el de allá arriba no opine lo mismo me gustaría que Dios bendiga nuestra relación, así vamos a poder estar seguros que vamos a vivir por siempre felices en el cielo…

Realmente lo amaba, como podía ser tan adorablemente tierno, esas cosas, esa ingenuidad de Frank era lo que me hacia creer en todo, si el me hubiera dicho en ese momento que la tierra era cuadrada y que estaba sostenida por cuatro Godzilas gigantes suspendidos en el espacio, le creería, y si Frank necesitaba que yo creyera en Dios, yo, por él, creería.

-Me parece que tenes toda la razón amor. -Me incorpore de la cama y busque en el lapicero un clip metálico, de esos finitos de color plateado, que son fáciles de doblar y hacer formas, con el hice un circulo. Frank estaba en una silla mirándome, me acerque hasta él, puse una rodilla en el suelo y la otra pierna doblada, apoye mi codo en esa, tome su mano y lentamente deslice el improvisado anillo que acababa de armar a lo largo de su dedo, mientras de mi boca salían palabras que creí que nunca en vida iba a pronunciar, palabras que nunca creí que iba a dedicar a ningún ser humano sobre la faz de la tierra, pero él, el se las merecía:

-Frank Iero, me harías el hombre mas feliz de la tierra aceptando casarte conmigo?

Sus ojos se aguaron, y si yo hubiese sido el Gerard de hace diez años me hubiera parecido una escenita por demás cursi y boba, pero a los treinta y enamorado hasta las pelotas de este pendejo hermoso, verlo así de emocionado me enamoraba aun mas de él, si es que acaso fuese posible.

-Gee… acepto pasar toda la eternidad a tu lado, mi vida es tuya, mi cuerpo es tuyo, quiero que mi alma sea tuya, acepto!

Lo tome entre mis brazos y lo bese suavemente, ya ni mal me sentía, solo recordé que estaba resfriado cuando a causa de sus besos Frank me dejo sin aliento.

-Gee –me susurro al oído, levantando una ceja y dejando entrever esa sonrisa pícara que sobresale siempre que comienza a tener pensamientos sucios… podía imaginar lo que me iba a pedir… es que lo conozco demasiado-

-Si amor?

-Llevame al cielo… -dijo entre gemidos mientras lamia mi cuello-

-Vamos a donde vos me pidas…

Lo alcé, si, como si fuera la novia en la noche de bodas, después de todo el es tan maniobrable que no me cuesta nada alzarlo, lo deposite suavemente en la cama y comencé a desabotonar su camisa, a medida que su piel iba apareciendo yo me desvivía por besarla mas y mas, lamer su cuerpo, el se contraía entre el placer y las cosquillas que le provocaban la mezcla de mis besos y mi lengua bajando por su vientre…hasta que se me ocurrió por primera vez  hacerle algo que a el realmente le moleste: dejarlo sin sexo. xD
Subí sin dejar de lamer su cuerpo y luego me tumbe boca arriba a su lado.


-Que pasa? Por qué te detenes?
-Es que se me ocurrió algo
-Amor, sabes que amo tus ocurrencias, pero ahora gordo, no es momento –dijo subiendo encima mío con toda la intención de quitarme los pantalones-
-No, no, no escúchame –dije mientras peleaba con Frank para subírmelos y el tironeaba hacia abajo- la cosa es que ahora estamos comprometidos y pienso que no debemos tener sexo hasta la noche de bodas, ya sabes… para hacerlo mas especial…
-Me estas jodiendo?
-No Frank, hablo muy enserio, vos sos el que se quiere casar, bueno yo quiero esperar a tener sexo de casados.
-OK,  y también quiero un hijo
-O.O
-En realidad quiero una hija, siempre me gustaron las nenas
-Okok… vayamos de a poco –Frank estaba empezando a aterrarme y en cualquier momento yo ya me veía como la de la película “novia fugitiva” –

-Sabes Gee? Pienso que serias un buen padre
-Yo un buen padre? Vamos, no te burles de mí, sabes que apenas puedo cuidar de mí mismo
-Cuidas muy bien de mí…
-Bueno Frank, esa va a ser una idea que tendremos que desechar, porque va a ser muy difícil dejarte embarazado en estas circunstancias –dije y me eche a reír-
-Te hablo enserio amor! Nunca pensaste en ser papá? A mi me hubiera encantado tener un hijo…
-Quiero que nos casemos y adoptemos una bebe Gee… lo pensarías?
-Frank, vos… vos no vas a estar para criarla y yo… como padre yo daría asco, lo se!
-Vos no podrías dar asco en nada Gee… ni aunque te lo propusieras con fuerza… yo pienso que es una idea genial que tengamos una hija…
--Adoptar uno entre los dos? Ya veremos mi amor… ya veremos
-Que decís?
-Haremos a tiempo?