Cap 13
Nothing ever built to last, you’re in ruins
Cuando te hayas ido… te detuviste en pensar en volver?
Y tal vez cuando decidas regresar yo ya seré libre de encontrar otro amor…
Acaso siquiera tuviste agallas de decirme No te amo, como te amé ayer?
Frank
Tenía mucho en que pensar, ahora era responsable no sólo de mi felicidad, sino también de la de la persona que me amaba, tenía que decidirme y debía hacerlo pronto.
Definitivamente su declaración me ayudó a aclarar muchas de mis dudas, ahora estaba seguro de que Gee me quería y que no era solo un juego más de los tantos a los que estábamos acostumbrados, me confirmó que estaba enamorado. Parte de mí quería besarlo y ya nunca más separarnos, pero otra parte quería salir huyendo de aquella habitación lo más rápido posible.
Su seguridad producía sentimientos cruzados en mí, por un lado me alegraba y por el otro me aterraba.
Pero lo que me importaba no era mi alegría personal, no me importaba ni un cuarto de lo que me importaba la suya, por eso no quería darle falsas esperanzas y arrepentirme luego.
Cuando Gee me confesó su amor lo tomé entre mis brazos y lo besé con fuerza, había esperado tanto esa confirmación de su amor, realmente fui feliz durante ese instante... permanecimos abrazados entre silencios y sonrisas, caricias y besos cargados de dulzura, sin una sola pizca de la lujuria que siempre nos había caracterizado en absolutamente todos nuestros encuentros.
Un rato más tarde me disculpé con él diciéndole que tenía que regresar a mi departamento, lo hice con una excusa barata que no se si creyó o no. Antes de partir me preguntó si podía pasar a verme más tarde y le dije que sí, quedamos en juntarnos esa misma noche para cenar y así me marché dejándolo un poco más conforme.
No le dije que era lo que tenía que hacer, para no molestarlo, sabía lo mucho que le irritaba que yo esté cerca de Izobel, así que opté por ocultarle que me vería con ella... sería un encuentro para nada especial, la principal razón era que ella había insistido tanto en verme mediante mensajes de texto y llamados que tuve que aceptar un encuentro.
Se me ocurrió juntarnos en mi propia casa ya que así no seriamos vistos por nadie.
Además aprovecharía para sacarme la duda de que era lo que había sucedido aquella noche con las misteriosas pastillas que se colaron en mi bebida, tenía muy en claro que no había sido solo causa del alcohol el estado en el que quedé aquella noche de fiesta que terminé insinuándome a Gee y luego acostándome con él... para finalmente coronar la noche con la frutillita del postre, ¡Diciéndole que lo amaba! , estaba seguro que me habían drogado, y ella fue la persona que me había estado sirviendo tragos durante toda la noche.
Llegué a casa y la vi sentada en los escalones de la entrada de mi edificio, se me acercó al verme aparecer y me saludó con un abrazo, yo respondí a su saludo de la misma forma, al fin de cuentas ella me caía bien, sólo tendría que aclarar el incidente con las pastillas y podría pasar una tarde agradable con aquella chica, seguramente habría una explicación para lo que pasó esa noche, ella no sería capaz de querer drogarme...
-Te traje algo, noté que te gusta el vodka -dijo sacando una botella que llevaba en su bolso- esa noche antes de dejarme plantada en la fiesta para irte con tu amigo pediste dos botellas en la barra y desapareciste con Gerard -continuó mientras entrabamos al edificio y esperábamos el ascensor.
-Veo que te acordás bien de aquella noche -respondí entrando al asesor- , lamentablemente yo tengo algunos recuerdos vagos... y no por causa de alcohol ya que tengo bastante tolerancia en ese aspecto... bueno, llegamos -le dije abriéndole la puerta y entrando al departamento-
-Y que querés decir? que te pegó más que otras veces?
-No Izobel, me pasaron cosas que no vienen por haber tomado unos tragos, me metieron algo en la bebida aquella noche, recuerdo bien el efecto de las drogas y lo que sea que me hayan puesto era fuerte porque me hizo efecto muy rápido, cuando fui al baño tuve alucinaciones... se sentía tan real que...
-Pero espera, estás seguro que te pusieron drogas? tal vez terminó en tus manos el trago de alguien más.
-El hecho es que toda la noche no tomé nada que vos no me hubieras dado.
-Frank, estabas borracho! yo misma te vi con las botellas que pediste en la barra, así que bien pudiste haber tomado algo en cualquier otro momento que te haya colocado y ni siquiera acordarte!
Al decir la verdad no podía asegurar que haya sido Izobel... como bien dijo, si si había estado borracho, elegí confiar en ella y olvidar lo sucedido.
Pasamos un buen rato charlando y bebiendo, las horas transcurrieron más rápido de lo que hubiera pensado, y se había hecho de noche; realmente la estaba pasando bien, por lo menos hasta que comencé a sudar y a sentir un intenso calor que se apoderaba de mí, me levanté a abrir la ventana y tuve que tirarme en un sillón porque al rato me mareé.
Creí que ella intentaría seducirme, muy por el contrario me sorprendí a mí mismo no pudiendo resistir el impulso de besarla, de tocarla, me incorporé de poco acercándome hacia donde estaba y la tome del cuello besándola, el aroma de su pelo me enveneno, me arrojo al piso me quito el pantalón, se subió arriba mío levantándose el vestido y se empezó a mover, la tome de las caderas y marque el ritmo de sus movimientos, no aguanté ni por un minuto la necesidad de sentirla dentro mío y la penetré con fuerza, el sonido de su respiración se iba transformado en gemidos a medida que me hundía más y más dentro suyo, sus labios eran de un irresistible color sangre que me tente de acariciar, lleve mi mano a sus boca y ella comenzó a lamer uno a uno mis dedos, mientras se movía hacia delante y hacia atrás, sin dejar de clavar sus ojos oscuros en los míos. La tomé de la cintura levantándola y tirándola sobre la pared, terminamos cogiendo parados, ella colgada arriba mío mientras yo envestía con fuerza, un sonido lejano me distrajo, giré para ver y me di cuenta que nunca había cerrado la puerta de entrada y estábamos siendo observados.