martes, 16 de agosto de 2011

Capítulo 31

Y los alejé a todos, te aleje de todo tan solo para abrazarte fuerte


-No me digas que es lo que hay que hacer… me importa un pito… no, no me interesa, no estoy para escuchar propuestas, no… no hay marcha atrás, nos vamos a tomar un descanso y punto.



Frank


“Idiota” Escuché que Gerard susurraba por lo bajo luego de colgar el teléfono. Miré el reloj del living, era la una y media de la tarde del domingo y recién me acababa de levantar de la cama, caminé desnudo hasta donde él estaba, aproveché que seguía de espaldas observando el teléfono en silencio y me abracé a su cintura.

-Con quién hablabas amor? –le pregunté tranquilo
-Con el idiota de nuestro Manager, le expliqué que cancelamos la gira, que no pienso seguir tocando con vos enfermo Frank…
-Eso no se va a poder Gee… porque si yo no toco en la banda… tampoco te voy a tocar a vos –Le dije mientras le repartía besitos a lo largo de su cuello, el giró y se puso frente a mí, yo seguía sin soltarlo-

-Estoy hablando muy en serio Frank, podes estresarte, para vos es demasiado acordarte de todas las canciones, tocar… no quiero y punto, no se habla más del tema.

-No se habla más? Acaso yo no puedo decidir acá?
-Para que queres pasar tus últimos…
-Decílo… mis últimos días en un escenario? Justamente por eso! Porque me moriría en uno!
-No quise decir eso… vos me entendés –me dijo apretándome fuerte de las mejillas- acaso no queres aprovechar todo el tiempo que tengamos para estar los dos solos, juntos? Yo… yo quiero llevarte lejos, quiero que viajemos… que aprovechemos…
-Cuando la gira termine como lo planeamos antes de todo esto, te prometo que vamos a hacer lo que vos quieras, pero ahora por favor… hacéte a un lado –Le dije corriéndolo de al lado del teléfono. Marqué la tecla “Redial” y le dije a nuestro manager que nada sería cancelado, cuando colgué Gerard me miraba serio de arriba abajo.

-Y ahora que pasa Gee?
-No queres estar conmigo
-Perdón?? Pensé que eras el cantante de la banda en la que toco! Como es que no quiero estar con vos?
-No queres estar solo conmigo…
-No quiero estar so…lo con vos… ffffhhh Gee!! Como no voy a querer estar sólo con vos! animate amor, vamos a preparar algo de almorzar, me muero de hambre, te voy a preparar como vos decís una de mis “mierdas vegetarianas” que te encantan
-Yo no quiero nada de eso, me voy a comer una hamburguesa por ahí –me dijo tomando su billetera dirigiéndose a la puerta-
-Espera Gee, me visto y te acompaño! Le grite pero el salió por la puerta dejándome solo. Dejándome solo un domingo a la tarde.


Ocho horas después, se apareció por la puerta con una botella de vodka en la mano y una rubia que doblaba de borracha al caminar. Yo estaba sentado en el sillón del living a oscuras
Encendí el velador y cruzo sus ojos con los míos dirigiéndome una sonrisa fría, me presento a la mujer que lo acompañaba

-Ella es Randy
-Mandy –lo corrigió la rubia
-Mandy, Mandy, Mandy… no es un nombre precioso? Mandy el es Frank, Frank Mandy, Mandy Frank.

Me acerque hasta donde estaban, y estreché la mano de ella

-Hola Frank encantada, sos su hermanito?
-Soy su marido

Ella estallo en risas, Gerard tuvo que descansar su borrachera sobre la pared mientras se rascaba la cabeza con fuerza.

-Bueno Mandy, fue un gusto conocerte, ahora te invito a que te vayas, veras… quiero acostarme con mi marido y no quiero que estés en el medio.

Ella lo miro sin entender, Gerard respondió encogiéndose de hombros, llamé a recepción para conseguirle un taxi y la eché de nuestra habitación.
Tomé la botella de vodka que él aún sostenía y la apoyé en una mesita. El me pregunto por qué no estaba celoso, sonreí y le quite la campera de cuero, y luego el resto de su ropa, que llevaba manchada de algo no muy elegante que también había salpicado su pelo y su remera.

-No importa Gee… nada de esto importa… -contesté

Lo tomé de la mano y lo llevé hasta la ducha, entibié el agua y lo ayudé a entrar a la bañera. El meneaba al cabeza de un lado al otro, negando algo que no sabía que era. Tomé el shampoo y se lo pase por el pelo

-No está bien Frank… no está bien
-Que no está bien amor?
-Nada de nada… acabo de dejarte solo, toda la tarde la pasé en un bar, llego borracho con una mujer y vos no tenés reacción, que te pasa??
-Te dije que no importa, que todo está bien
-Deja de decir que todo está bien! Nada está jodidamente bien! Vos queres morirte en un escenario, yo no dejo de estar… yo no puedo dejar de… yo no puedo ni siquiera llorar…

-Crees que no te entiendo, pero lo hago… te crees que no me doy cuenta que dejaste de llorar hace mucho por mí? Queres ser fuerte, intentas, como decirlo… apartarme de todo lo que crees que en algún punto me pueda llegar a dañar, y te amo por eso, pero no me podes tener en una cajita de cristal sobre una mesa, yo no soy ese tipo de persona, y no lo voy a ser nunca…asique déjame ser Gee… déjame vivir mi vida, junto a vos, como yo quiera. Si?

Me miro con los ojos llenos de tristeza, y ni aun así lloro. Lo ayudé a levantarse y enjuagué el shampoo de su cabello, tome un toallón y lo envolví en él. Salió de la bañera tambaleándose un poco, se detuvo a la altura de la puerta del baño y sosteniéndose del marco giro para decirme

-Sabes muy bien que con Sandy no pasó nada, verdad?

Reí al darme cuenta que ni siquiera recordaba el nombre de la rubia y sonriéndole afirmé con la cabeza.
Camino hasta la habitación y así como estaba empapado se metió dentro de la cama. Me quite los pantalones y mi camisa y me metí junto a él. Gerard miraba el techo en silencio, yo lo miraba a él. Se llevó una mano a la boca y comenzó a morderse las uñas hasta que me miro y me dijo

-Nos quedan ocho fechas, estás seguro que vas a poder con todo?
-No, no estoy seguro de nada… pero estoy seguro que vos vas a estar ahí para mí, vos no vas a dejar que nada malo me suceda

Hizo una mueca con la boca y giro todo el cuerpo hacia mi lado. Estiro su mano pasándola por mi pecho, subiéndola por mi cuello hasta detenerse en mi cara, a la altura de mi boca.

-Eso te lo puedo jurar.



Porque todos nos merecemos un final feliz, hasta nosotros.

Habíamos logrado tocar en cada una de los principales estados de los Estados Unidos, mientras los chicos hacían las valijas, la gente de producción guardaba los equipos, aunque no era el último día se percibía como si lo fuera, había un dejo de melancolía y tristeza… nos tomaríamos unas vacaciones quien sabe hasta cuándo.
Estábamos en Alabama, había dejado este lugar a propósito como uno de los últimos de la gira, que cerraríamos por supuesto en New Jersey, es que allí había un lugar que me llenaba de recuerdos, de días que tenían una mezcla de sabores: amargos, excitantes, sabor a días de excesos, de incertidumbre, de mucho, mucho amor, de amistad… aún recuerdo el día que pase con Bob de la noche de sexo barato y drogas a un atardecer tranquilo, silencioso… un día de contrastes si dudas. Un lugar hermoso, para alguien que recorrió el mundo como yo lo hice, puedo asegurar que nunca un lugar me dejo más maravillado que aquel atardecer en Alabama, en Monroeville para ser exactos. Por eso no podía dejar que los ojos de Frank se perdieran de conocer la mezcla de colores de ese cielo cuando cae el ocaso, por eso decidí llevarlo, aunque sea una tarde. La voz de un hombre me quito de mis pensamientos mientras observaba a Frank en silencio.

-No te pensas desprender de esa guitarra Iero?

Le dijo uno de los asistentes que estaba guardando todo. Frank estaba en uno de los pasillos del hotel, sentado en el piso con las piernas cruzadas como un indiecito sin despegarse de su guitarra, solo acariciaba las cuerdas, pasaba la yema de sus dedos por ellas, pero no emitía sonidos. Cuando el chico le hablo Frank solo se limitó a mirarlo y seguir en lo suyo como si no lo hubiera escuchado.

-Dejalo, va  a llevar su guitarra con él –le respondí

-Ok, como quieran. Ya se guardó todo entonces –dijo el asistente mientras se retiraba-


-A qué hora volvemos a New Jersey? Tengo ganas de volver a casa
-Los demás vuelven, vos y yo nos quedamos acá
-Gerard! Tenemos un concierto en dos días! El cierre de la gira!
-Que se joda la gira, vos sos más importante que todo, un día con vos es más importante que cualquier cosa para mí en este mundo
-No Gee, no podemos, me lo prometiste, tenemos que volver
-Por favor quedémonos esta tarde al menos! Es que tengo algo que quiero que veas! Es muy importante!
-Y qué es eso tan importante se puede saber amor misterioso? –dijo dejando la guitarra de lado gateando hacia mí, besándome con suavidad, enredando sus dedos entre mi pelo, ese beso que comenzó siendo suave se transformó en segundos en uno más apasionado, otro más, de los tantos a los que me tenía acostumbrado, y al mismo tiempo me comenzaba a presionar la entrepierna- Hay Gerard, si no estuviera tan lleno de gente esto te juro que te la chuparía ahora mismo…

-Ahh bueno… eso es más de lo que necesitaba saber! –dijo Bob entrando con mi hermano,

-Mi cuñadito no te da respiro, no hermanito? - Dijo Mikey frunciendo el ceño, y sonriendo cómplice a Frank

-Nop!! No pienso darle un segundo de respiro a tu hermano, te juro Mikey que me lo voy a comer pedacito por pedacito hasta que no quede nada de Gerard –dijo Frank recostándose sobre mi hombro mientras me abrazaba de costado

-Ya le dijiste a donde lo pensas llevar Gee? –Me dijo Bob

-No! No pude decirle porque Frank empezó a besarme y a decirme que me la quería chupar y se me olvido el resto del mundo –dije con una sonrisa de oreja a oreja viendo a Frank de reojo, sonreír de igual forma

-Gerard! Por favor soy tu hermanito, queres ser menos cerdo cuando hables frente a mí!

-Bueno… porque no aprendes de Bob? Él no se queja nunca de nada de lo que escucha!
-Eso es porque Bob es tan cerdo como ustedes dos!
-Tiene razón Gee –dijo Frank riendo
-Ok, ok… y a que mierda vienen a interrumpirnos? –dije
-A preguntarte a qué hora nos vamos
-Si ustedes quieren pueden irse… nosotros nos quedamos al menos por hoy, y viajaríamos mañana temprano para estar a la noche en Jersey
-ok… nosotros nos vamos entonces?
-yo me quedo con los chicos, les molesta? –nos dijo Bob
-No! claro que no nos molesta! , Verdad Gee que Bobby no molesta –me dijo Frank
-No es que moleste… pero quería una cita romántica…
-Lo que es romántico para ustedes es diversión para mi chicos, yo no me meto, por mi pueden empezar a tocarse ahora mismo que en cuanto lleguemos allá me pierdo, ya tendrías que imaginarte donde Gee –dijo Bob riéndose, haciéndome recordar donde quería perderse Bob, por lo que yo también comencé a reírme cómplice con él

-Ustedes dos tienen un pasado, que no quisiera averiguar –Nos dijo Mikey desaprobando
-No entiendo nada… que es lo que hay? A donde mierda me queres llevar Gee? Ahora tengo miedo!

-No bebé! No tengas miedo, yo no voy a ir a donde va Bob… él va a ir a…

-De putas Frank!! –interrumpió Mikey- es obvio a donde va a ir Bob!

Los demás nos quedamos asombrados mirando a Mikey con la boca abierta.

-Ehhh tanto se me nota? –dijo Bob
-Asique mira de lo que me vengo a enterar? Que mi marido no quiere dejar Alabama sin pasar por el cabaret que visito quien sabe cuándo con Bob…

-No mi vida! Bobby se va a su cabaret con sus chicas que extraña y nosotros nos vamos a la playa de Monroeville

-Mmm…. Está bien vayamos… pero si me estas engañando para terminar en un cabaret Gerard Way te juro que te dejo sin sexo oral una semana!!

-Ok, definitivamente yo ya me voy, por hoy ya no puedo seguir escuchando sobre mi hermano teniendo sexo, de chupadas ni de nada… Adiós! Nos vemos mañana! Me vuelvo con Ray que es el único sensato en la banda –dijo Mikey saludando sin mirar con la mano mientras se alejaba

-Por favor! A quien salió tan recatado tu hermano? Los separaron al nacer? –dijo Bob
-Adoro que Mikey sea así, mi hermanito es un caballero… yo soy un cerdito
-Y yo amo los animales salvajes –me dijo Frank mordiéndome la oreja

-Bueno chicos ustedes no son los únicos que están calientes, cuando arrancamos?
-Les parece ahora mismo? –les dije



Alquilamos dos coches, en uno se fue Bob a su dichoso cabaret y el otro lo usamos nosotros para ir hasta la playa.

No puedo explicar ese cielo, me gustaría poder encontrar las palabras, apenas soy a veces un intento de poeta, cuando escribo, cuando creo una canción… por lo que me cuesta describir lo que es este lugar, las sensaciones que provocan la puesta de sol en Monroeville…como los tonos naranjas y rojizos intentan acabar con el celeste, cuando antes de ocultarse el sol por completo, solo escasos segundos antes de desaparecer hasta el siguiente día, antes que el mar se lo devore, antes de que las primeras estrellas se asoman y el mar azul se confunde con el azul cerrado de la noche, siendo las estrellas las únicas que permiten diferenciarlo a simple vista.

Nos quitamos las zapatillas y las dejamos tiradas por el camino, sentía el ardor en las plantas de mis pies del calor que provocaba el sol cayendo de lleno sobre la arena durante toda la tarde, pero aun así lo disfrutaba, hacía calor, Frank se quitó la remera, quedando con el pecho al descubierto, yo solo me quite el buzo y me lo até a la cintura.

-No me digas que te da vergüenza sacarte la remera?
-Sabes que no me gusta estar así en público… además… no todos tenemos tu cuerpo Frank… si fuera vos andaría desnudo sin problema todo el tiempo
-Que decís! Tenés un cuerpo hermoso amor! Una cola perfecta, unas piernas increíbles, y una carita que me provoca comer a besos ya mismo…


Dijo abalanzándose sobre mí, quitándome el buzo de la cintura para acariciarme, para deslizar sus manos por detrás, dentro de mis pantalones.
Él se deshizo rápidamente también de sus pantalones mientras procuraba hacer lo mismo conmigo, pero al ser todavía de día y el hecho de que hayan algunas familias con niños pequeños en la playa me hizo frenarlo, le dije que sería mejor esperar hasta que anochezca, cuando todos se retiraran y el lugar quede para nosotros solos.




“Con el caer de la noche, la arena comenzó a enfriarse, y una suave brisa envolvía los cuerpos desnudos de los amantes que protegidos de los ojos curiosos bajo la oscuridad de la noche, se demostraban su amor una vez más, pero por última vez. La luna nueva no iluminaba lo suficiente y las estrellas, parecían cómplices de ellos, atenuando su brillo para que no fueran descubiertos.
Nadie más que ellos saben las veces que hicieron el amor esa noche, nadie más escucho las risas de Frank o los gemidos de Gee provocados por el único amor de su vida.”



Demolition Lovers


Gerard

Sostuve tu mano entre la mía, miré tus hermosos ojos verdes y prometí que te llevaría al cielo, en cambio yo sentía arrastrarme a mí mismo al infierno que me causaba el calor de tu interior apretado cada vez que penetraba dentro tuyo,
Tenía la seguridad de que todo lo superaríamos, que nada nos separaría, por más que lo nuestro tenia fecha de vencimiento, me iba a mantener al lado tuyo, hasta el final… iba a quedarme con vos esperándolo, te demostraría que soy fuerte….Te iba a demostrar lo que importante que sos para mí, hasta el final, hasta que el final llegue.
Te cubrí de mil besos, de mil caricias, de mil abrazos, me senté arriba tuyo,  mientras entraba con fuerza una y otra vez dentro de tu cuerpo tembloroso, te jure mil veces que no te dejaría, te prometí la eternidad, y más allá, te jure que nada nos alejaría, que no sé cómo ni que haría, pero que nada nos separaría, embistiendo con más y más fuerza en tu cuerpo, para recordarte para siempre….tu sudor, tus gritos, tu agonía, y la mía, mezcladas en una noche, en la playa, a metros del mar.

Tal vez pueda vivir de recuerdos, si al final todo lo que somos son sensaciones, todo lo que quedara de nosotros serán los momentos… por eso marqué en mi memoria esa noche, marqué tu cuerpo en el mío.
El cielo se nublo y la lluvia comenzó a derramarse sobre nosotros, a atravesarnos con la misma fuerza con la que yo me hundía para siempre dentro tuyo.
Por siempre… la llama de nuestro amor en la vida se consume, pero la de la eternidad se enciende para siempre.
Mientras todo se derrumba, en este mar de pasión, estoy ardiendo dentro tuyo, mientras las caricias se vuelven desquiciadas, mientras nuestras manos se entrelazan, buscando un equilibrio ante nuestros cuerpos que parecen tener vida propia volviendo más y más frenéticos cada uno de nuestros movimientos,, empapados en el mar de nuestro sudor, mientras ni siquiera el frio de la lluvia logra apagar el ardor  de mi infierno, acabé dentro tuyo, perdido en tus ojos, haciéndote venir, lamiendo el líquido que derramaste cuando te hice alcanzar el cielo, grabando tu sabor en mi garganta, nunca habrá nadie más, mientras seguimos acariciándonos, mientras caemos, perdido en tus ojos, te lo juro, lo nuestro es para siempre.


FIN






(Ya se viene la segunda temporada!!  Gracias por seguirlo :D )

Capitulo 30


Gerard

“Through every forest, above the trees
within my stomach scraped off my knees
I drink the honey inside your hive
you are the reason I stay alive”


“I want to fuck you like an animal”


Música romántica, velas, pétalos de rosas de color blanco, desde la puerta de la habitación, por el pasillo, marcando el camino hasta la recámara principal… había comprado sábanas de algodón egipcio, la vendedora me dijo que era lo más exquisito que podía conseguir, pero yo sabía muy bien que lo más exquisito que podía tener en mi cama no era un trozo de tela, lo más exquisito que podía tener a mi lado ya era mío hace tiempo, él, mi vida, su nombre, que lo llevaré en el corazón para siempre, mi hombre… mi compañero de vida.

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El timbre sonó, dí una mirada rápida al reloj, ya era la hora, había mandado un auto a recoger a Frank al hospital, debía ser él, atravesé la habitación a toda velocidad y observe por la mirilla de la puerta, ahí estaba él, escoltado por un enfermero, abrí la puerta y me mordí los labios para no abrazarlo y llenarlo de besos frente al musculoso tipo que lo acompañaba, la verdad me daba un poco de vergüenza una demostración tan gay frente a un tipo que lucía tan hetero.

-Un poco frio tu novio –Llegue a escuchar que le decía al oído el enfermero a mi Frank
-No creas Javier, de frio Gerard no tiene nada...
-Eso creí con todo lo que me contaste durante el camino, pero como te saludo así nomás…


 Que les pasa a éstos dos que hablan como si yo no estuviera presente, pensé.

-Disculpan la interrupción pero que le contaste si se puede saber? –dije finalmente
-Su novio es adorable, -dijo Javier dirigiéndose a mí-  yo le hubiera partido la boca apenas abrió la puerta, si no lo hace usted lo hare yo, aunque creo que estoy en desventaja, me taladró la cabeza todo el camino contándome lo enamorado que está…

Frank sonrió pícaro a Javier y a mí ya se me estaba subiendo la rabia a la cabeza, fue entonces que Frank lo abrazo –muy efusivamente para mi gusto-  y lo despidió, agradeciéndole por haberlo traído. Finalmente el enfermero dejo la habitación.

-Siempre tan simpático vos no Iero?
-Te vas a quedar ahí parado celándome o vas a saludarme como corresponde?

Lo dudé unos instantes, pero el me tomó de la mano jalándome con fuerza, atrayéndome hacia donde estaba.

-Veo que recuperaste la fuerza…
-Estuve alimentándome muy bien para hoy…- Me dijo con una sexy sonrisa de lado-
-Bien… estuviste creando expectativas para ésta noche?
-Demasiadas… espero que no me decepciones
-Podría jurar que no vas a salir decepcionado de acá  -Le dije besándolo con toda la fuerza que me provoca el amor que le tengo-

Cuando nos separamos luego del beso, Frank comenzó a observar el lugar, vio los pétalos de rosa regados sobre el suelo, las velas…

-Me gusta… parece que tenes planeada una velada romántica…y esa música… quien es el que toca?
-No… no es nada…
-Pero decime, me gusta… quien toca?
-Es… es mío Frank…
-Dios!! Y cuando crees que conoces a una persona, te sorprenden por completo! Desde cuando tocas el piano? Y así de bien! –Se acercó al reproductor de música, se sirvió una copa de vino blanco y se sentó en el piso a escuchar con atención, yo siempre había escondido de todos el hecho que disfrutaba hacer otro tipo de música, no sólo rock, sino también música más romántica… y verlo a él disfrutando de un lado que desconocía por completo de mí no podía hacerme más feliz –

-No puedo creer como escondes esto… es hermoso Gee…
-No, sé…me gusta que no conozcan todo sobre mí…algunas cosas las quiero compartir solo con personas especiales…
-Entiendo… bueno, me gusta mucho, es diferente, pero me gusta…
-Gracias… vení, levántate –le extendí la mano para ayudarlo, pero frunció el ceño poniendo esa expresión de rebelde, levantándose sólo, sin mi ayuda.

-Estoy bien Gee, no necesito un enfermero, Javier ya atravesó la puerta, acá necesito a mi novio.
-Ok Frank, tampoco es para que reacciones así…además querrás decir marido, sino para que mierda llevo éste estúpido anillo en el dedo?  - Le dije abriendo mi mano enseñándoselo.
--Es verdad… sos mi marido, -Me dijo mientras pasaba sus brazos alrededor de mi cuello, colgándose dé mi con todo el peso de su cuerpo
-Hayyy Frank estás hecho una plumita! no pesas nada… estás seguro que te estuvieron alimentando bien en el hospital?
-Estoy muy fuerte, queres que te lo demuestre?
-No se… no quiero hacerte mal…vayamos despacio
-Despacio? Naaa eso ya lo intentamos, te acordas? Con el Tántra? Y los dos sabemos muy bien que nos gusta rápido, salvaje y violento –dijo mordiéndome el lóbulo de la oreja, sacándome sangre- bueno… no muy rápido, me corrijo jaja.
-Hay!! –grité llevándome la mano a la oreja, él relamía la gota que se le escurría desde el labio

Yo no podía más que mirarlo extasiado, admiraba la forma en que pasaba de ser la imagen más tierna del mundo, a ser la visión más sexual del planeta en escasos segundos. Corrí esos escasos metros a su encuentro, pisoteando los pétalos de las rosas a nuestro paso, nuestros cuerpos se encontraron con pasión, con violencia, parecía más una lucha que un encuentro de dos amantes, una lucha por desprendernos de nuestra ropa, sin dejar de besarlo le quite a tirones los pantalones, destrocé su remera a la mitad para lamer y morder su pecho y lo empujé en dirección al cuarto, caí sobre él en la cama, y el giró, cuando quise volver a agarrarlo, me empujo sobre la cama, se puso de pié y encendió la luz.

-No pienso hacerlo a oscuras, no quiero perderme de nada

Sonreí aún agitado, y el volvió a acercarse, me senté en la cama

-En que momento me rompiste la remera? –dijo viendo que colgaban jirones de trapo de su hombro

Sonreí de nuevo y solo me encogí de hombros como si no supiera de lo que estaba hablando

-Bue…no importa… en que estábamos?

Yo me quede ahí en la cama, sonriéndole embobado, todavía estaba con toda mi ropa puesta, sin dejar de sonreír, pensando en lo que se venía, pensando en lo que Frank me haría, estar expuesto a ese hombre, a MÍ hombre nuevamente, daba adrenalina, Frank era muy dulce, sí, y también era peligroso, nunca se sabía muy bien a qué atenerse cuando él estaba caliente, pero me encantaba el hecho de estar librado a su voluntad, de jugar con la posibilidad de estar “indefenso” frente a lo que el disponga.

-Te vas a quedar ahí sonriendo como un idiota Gee? O te vas a portar como un hombre en nuestra primer noche como hombres casados?  –Me desafió

De nuevo solo me encogí de hombros y sonreí, haciéndole ojitos, quería provocarlo

-Ahhh ya veo, el señor no dice nada, quiere provocarme… creéme que te va a ir peor si te haces el bebé Gee… hoy no tengo ganas de ser tierno…
-Jajaj… se te nota, te creés que no te conozco? Sorprendéme bebé –le dije mordiéndole el escorpión de su cuello
-Auuch! Con el escorpión no te metas eh! Que él no te hizo nada… porque no me mordes más abajo?

No me dejo ni quejarme, me tomó de la cabeza y me hizo bajar por su pecho hasta quedar de cara justo enfrente de su bóxer a rayitas.
Tampoco es que fuera a negarme, con el brazo lo aleje haciéndolo recostar sobre la cama, le quite el molesto pedazo de tela que lo cubría dejándolo desnudo por completo, acaricie su pecho, me detuve a observarlo, a contemplarlo mejor dicho… lo besé y seguí bajando, continué deslizando los labios justo hasta donde el me había ordenado que lo bese: “más abajo” , había pasado tanto tiempo desde la última vez que estuvimos juntos! Me deleitaba sintiendo nuevamente su sabor, sentía como se iba endureciendo dentro de mi boca, mientras aumentaba el ritmo de mis besos, sentía sus gemidos que soltaba sin vergüenza en absoluto, volvió a tomar mi cabeza para introducirlo todo de un solo golpe en mi boca y me presiono con fuerza causándose a sí mismo un orgasmo que resonó en toda la habitación.

-Ahhhyyy Diosss como extrañaba esta sensación!! -Dijo

Alce los ojos para verlo, sin dejar de besar y lamer la humedad que ahora desprendía, acariciando su espalda, introduciendo mis dedos en él, quería causarle todo el placer que él se merecía, lo veía morderse los labios, contenía algunos gritos, se agitaba, otros los dejaba salir, rasguñaba las sabanas, yo lo seguía atendiendo hasta que aguanté más, ya era hora del siguiente paso.
Se acercó a mí, comenzó a desabotonar mi cinturón, me quite la remera y el me saco los pantalones, se sentó sobre mí y comenzó a moverse hacia delante y hacia atrás, con una mano sobre mi hombro para sostenerse, mientras que yo con mi mano acariciaba su espalda y la bajaba nuevamente para introducir mis dedos en él

-Se nota que hace tiempo que no lo hacemos Frank… está algo encogido el asunto ahí atrás no?
-Para eso están las cremas… Tenés?

Me estire como pude sin dejar que Frank se separe de mí, para alcanzar la mesita de luz y revolví entre los cajones, pero no había nada…

-Me parece que no vamos a tener que hacerla a la antigua… lo podes soportar?
-Si… estoy tan caliente que no creo que me duela…
-Ayudame con…

No tuve ni que decirlo, él ya me estaba quitando el bóxer y haciéndolo un bollo lo arrojo contra la pared. Con la mano con la que lo sostenía por la espalda lo acerque y lo hice subir comenzando a penetrarlo despacio, su expresión era de dolor al principio, pero rápidamente cambio por aquella de lujuria a la que siempre me tuvo acostumbrado, él se movía con fuerza sobre mí, pero yo necesitaba sentirlo de otro modo, necesitaba sentirme amado…
Noto como yo no estaba completamente “concentrado” y se detuvo.

-Te pasa algo Gee? Te noto distraído…
-Es que… quería que fuera más especial… parece más de lo mismo… no quiero que seamos como esas parejas que tienen sexo violento y ya no hacen el amor y…

Vi como reboleaba los ojos, y luego sonreía, sin salirse de mi arqueo la espalda para hacerme callar con un dulce beso, con mi cara entre sus manos comenzó a moverse casi imperceptiblemente, muy despacio, su aliento chocaba contra el mío, los movimientos no tardaron en hacerse apenas un poco más rápidos, a la par que las respiraciones se agitaban, soltó una de las manos con las que me sostenía de la cara para llevar sus dedos a mi boca, los introducía y los sacaba, yo tome su mano para besarla con fuerza, atraje su trasero hacia el mío para sentir con más intensidad, sin dejar de mirar, sin correr la vista de sus enormes y brillantes ojos verdes, me vine dentro suyo, provocando lo mismo en él.

-Intenso eh?
-Mucho mejor –le respondí entre besos, acariciando su espalda-
-Por cierto… me gustan estas sábanas…son tan suaves…
-Si… son lindas… pero a mí no me gusta lavar, así que mañana se van derecho a la basura
-No! No las tires… son el recuerdo de nuestra noche de bodas Gee…
-Quien te entiende? Ahora pusiste el botón de “Frank tierno” –Reí-
-Yo las mando a la lavandería, no te preocupes. –y sonriendo se subió sobre mí, levantando mis piernas me dijo:

-Listo para una segunda vuelta Gerard Way Iero?
-Eh?? Ya?
-Sí, pero ésta vez a mi manera!



:P

sábado, 4 de junio de 2011

Capítulo 29

“Yo no soy quien crees, Yo no caí del cielo”


Acaricié su mejilla, la palidez de su hermosísimo rostro, sus ojos gigantes que me miraban con ese brillo especial, con esa transparencia que siempre tuvo, en ése momento me divirtió pensar que él era un ángel, debía serlo.
No era sólo su belleza, era su calidez, su forma de ser, la dulzura que siempre lo envolvía, la paz y la valentía con la que afronto las decisiones más duras.

Lo acompañé a su habitación, le dije que volvería en un rato, intento retenerme, hizo un torpe ademán elevando con esfuerzo su débil brazo, estirándolo… extendió su mano también… le sonreí como pude y me alejé sin decir nada.
.
Ese día, estas últimas semanas… las cosas que sabía, las cosas que no podía quitarme de la cabeza, mi alma necesitaba un descanso, había tratado, tratado tan fuerte que lo conseguí, le devolví a la persona que amo la fe, pero ser su apoyo  -Por más que ame serlo y él bien sabe que le soy incondicional- me había dejado el alma cargado, cargado de angustia, de necesidades mías, de sentimientos cruzados, por momentos creí que tenía una esquizofrenia no diagnosticada ya a veces solo quería buscar la forma de retenerlo egoístamente a mi lado, y en otros momentos sólo buscaba la forma en que él se vaya alejando de mí en paz…

Caminé hasta el patio, me senté en el césped recién cortado, encendí un cigarrillo y aspiré, contuve el aliento un largo rato, reteniendo el humo… y por primera vez en mucho tiempo sentía que respiraba, ese aire envenenado me hacía sentir cómodo, yo pertenecía a esa nube gris… y me hacía sentir vivo. Ese era mi mundo ahora… gris, agridulce… mi mundo con felicidad de papel… frágil, inestable, propenso a deshacerse ante la más ligera llovizna…

En habitual contraste con mi ser, el día era a los ojos de cualquiera maravilloso… el cielo estaba particularmente despejado, no había una sola nube, y la temperatura era ideal para estar al aire libre. Maldita vida mentirosa, pensé en como los demás pueden regocijarse ante un día como este, ante la simpleza de un cielo celeste, y supe que yo ya nunca voy volver a sentir algo así en mi vida.

Volví a darle una pitada al cigarrillo y retener el aire… fue en ése instante que una oleada de aroma a vainilla choco con el olor del veneno, sonreí.
Le había regalado un aromatizante para la habitación, para las sábanas principalmente, odiaba como todo se impregnaba con ese “olor a hospital” pero ahora todo Frank olía a flan.
Le pregunté qué hacia afuera, que si caminaba podía marearse, que no era recomendable estar al lado mío mientras fumaba…

-Tranquilo Gee… no voy a romperme, puedo caminar, y voy a besar esos labios envenenados aunque se me vaya la vida en ello…

Intenté sonreír ante su comentario, pero quise ser sincero y le dije:

-Siento que voy a derrumbarme Frank…

-Acá estoy, nunca voy a irme…derrumbate sobre mi hombro, te amo. Está bien. Estoy bien. Vamos a estar bien.  -Me dijo tomándome del rostro, intentando hacerlo con fuerza, podía sentir como temblaban sus manitos presionando mis mejillas, no pude más que tomarlas entre las mías y besarlas, y luego besarlo a él. -

-Abrazáme Frank…  -Le dije, él me invadió por detrás, cruzando sus brazos en mi pecho, acomodó cómodamente su cabeza en el hueco entre mi hombro y mi cuello… me llene de ese aroma a vainilla que desprendía, me dijo que podía llorar si me sentía triste… pero no quise… no quería flaquear, me dijo que me serviría descargarme, pero yo sentía que liberar mis lágrimas serian fallarle…

-Mirá al cielo mi vida…

Pero yo no me movía, solo me acurrucaba más, perdiéndome entre la oscuridad de su cabello, el rió y empujó el hombro haciéndome que salga, me quejé, pero solo calló y señalo hacia arriba.

-Pedí un deseo


-Eso es una estrella fugaz?
-Si! Rápido antes que se aleje, pedí un deseo
-Es fácil, quiero que…
-SHHHHHH si lo decís no se cumple!, ahora yo “…” listo! deseo enviado al universo.
-Bebé! Como podes cambiar mi humor, en segundos, seguro que pediste eso, que me ponga contento
-Ahh… nunca te vas a enterar que fue lo que pedí, quiero que se me cumpla.
-Vos tampoco vas a enterarte, yo también quiero que se me cumpla. Que tarde más rara… hoy una estrella se desprendió del cielo, allá arriba deben estar furioso que intento robarle uno de sus ángeles…

-Gee que son esas bobadas?  Dijo riendo-  bueno… tampoco para que pongas esa cara –Exclamó ante mi  ceño fruncido- fué un poco cursi pero muy lindo, pero no sé que me ves a mí de ángel.

Reí también, y le respondí que jamás lo entendería, que para hacerlo tendría que verse a través de mis ojos. Sé que él es mi luz, mi esperanza.

-Ves? Porqué sos tan tierno? Como te amo…-dijo interrumpiéndose por un segundo- … colorado cursi!
-No me digas colorado
-No claro… no colorado… voy… voy a regresar…
-Bueno, ahora voy yo, me fumo otro y voy
-Si claro, otro paquete querrás decir… bueno nos vemos…



Me puse de pié y entré, me disponía a ir a hablar con el director del hospital, pero cuando llegué a su oficina, para mi sorpresa, lo vi a Frank a través de la pequeña ventanita de la puerta, me quedé observando, el gesticulaba para todos lados, se veía furioso, el director  intentaba calmarlo, tras forcejear un poco se separaron, él abrió la puerta con brusquedad y me vio ahí parado, yo permanecía inamovible, no entendía que pasaba, sus ojos estaban rojos y brillaban, pero no de la manera en la que brillaban hace un rato, tenían el brillo de la tristeza, el que provocan las lágrimas.

-Te dije que no era un ángel, un ángel no hace sufrir a la persona que ama, te libero, podés destruir cualquier documento que te vincule conmigo, es más podemos anular el matrimonio, tan solo transcurrieron unas cuantas horas, alejate de mí, en serio, antes que te destruya, estas a tiempo, yo…conmigo vas a sufrir, solo te hago sufrir

-Que paso? Amor no me asustes!, calmate veni, -Lo abrace, él se negaba, pero estaba tan débil que era muy fácil retenerlo apretado fuerte contra mí, sentía como lloraba, lo hacía en silencio, tan solo me daba cuenta que lloraba porque sentía su cuerpo contraerse sobre el mío, volví a preguntarle, al oído, le pedí que me cuente que pasaba, que sea lo que sea lo entendería.

-No te mereces esto, vos sos tan bueno conmigo
-Yo no soy bueno, yo te amo, contáme
-Me volvió a pasar… allá afuera, en el patio mientras conversábamos… volví a olvidarme
-Claro… por eso me dijiste colorado
-Aha, lo siento…
-Preguntáme… lo que necesites saber no tenes más que preguntarme, y si no te acordás como me llamo tan solo decime amor
-Sos increíble, en serio lo sos
-No soy increíble, tan solo te amo. Pregúntame.
-Como… te llamas? Me siento estúpido!
-Gee
-Gee … correcto …-Torció los ojos hacia arriba, se notaba que intentaba forzar la memoria, lo ayudé-
-Gera…
-Gerard.
-Felicitaciones! Andá para tu habitación y dejáme hablar con el doctor para ver cuando te dan el alta y podes venir a reclamar tu premio.
-Premio? No sabía que había un premio
-Te informo que ningún matrimonio se va a anular, y que todavía hay una noche de bodas en pié esperándonos.
-No puedo creerlo! Tenés razón… tanto hombre que agarrar y yo acá que apenas puedo tenerme en pié
-Jajaja mejor para mí, me voy a poder aprovechar cuanto quiera de vos bebé hermoso.
-Gracias Gee… por todo, por la paciencia…
-Anda amor en serio, como me dijiste hace un rato, vamos a estar bien.


Y así nos dábamos fuerza mutuamente, en cuanto uno flaqueaba el otro estaba ahí, dispuesto a darle ánimos, a darle esperanzas, a darle motivos por los cuales seguir en pié, paso a paso, un día más, una nueva sorpresa, una nueva caricia, una nueva palabra de aliento, cualquier motivo era razón suficiente para despertar al siguiente amanecer, y para hacerlo juntos, lo único que a mí me quitaría las fuerzas seria estar sin él. Y me aterraba.

Capítulo 28

Gerard


“El hombre, al quedarse corto de días, ya hastiado de sinsabores, sale como una flor y es cortado, entonces huye como la sombra y no permanece...si el hombre muriere, ¿volverá a vivir?”


-“Prepárate para la noche de bodas… hoy te vas a convertir en mi marido”

¿Podrían creer que susurrando esa frase en su oído logré despertarlo? Si a ésta altura de mi relato lograron conocerlo tan sólo un poco me van a responder que sí, y como yo lo conozco tanto, supe que con una frase que tenga implícita la palabra sexo iba a lograr despabilar a Frank.


-Me lo decís enserio? –dijo sonriendo y rascándose un ojo con dos de sus dedos, mientras despertaba, es un tic que hace todo el tiempo, y que a mí me encanta.
-Aha… te espero en la capilla, te dejé un traje para que te cambies…
-No… es que no puedo… estoy un poco débil… ayúdame a ponérmelo queres?
-Dale, te ayudo… después de todo no va a ser la primera vez que te visto…

Reímos al recordar aquella vez en el tráiler, el día que filmamos el video “Nanana” cuando yo lo vestí, cuando el todavía no se decidía a quererme, cuando me volvía LOCO con su indecisión…

Se quitó la bata que apenas lo cubría quedando por completo desnudo, Frank de inocente no tiene nada, apenas la bata cayó al piso yo me quede inmóvil observándolo, él con su mirada incitante cruzo una pierna en su rodilla impidiéndome ver aquella parte de su exquisito cuerpo que es mi absoluta perdición.

-Y bien Gee? No pensas vestirme? O acaso tenes ganas de adelantar la noche de bodas? –dijo mi siniestro enanito mientras se abría de piernas y se recostaba en la camilla.

Me tiré sobre el tan rápido como pude, hambriento de su cuerpo que hace tanto no poseía, acariciarlo, volver a sentir esa piel, admirar tanta belleza despojada de cualquier prenda molesta, a plena luz del día! El hombre que a mis ojos era el más hermoso de la tierra completamente desnudo sin inhibiciones, todo para mí! Nuevamente lo tenía como quería debajo de mi cuerpo, ya me había tenido que contener hace unos días por mi estúpida idea de… mierda! Maldita idea!

-Fra… fraank—espera, detene-tee, no querrás arruinar la noche de bodas –le dije frenando su mano que comenzaba a agitarse rápidamente sobre mis pantalones

-Mmm tenía esperanza de que te hubieras olvidado de eso de no tener sexo hasta casarnos –me dijo poniendo trompita-

-Amor, falta poco, no podes esperar unas horas?

-sí, Gee, claro que puedo… ayúdame a vestirme entonces.



Le pase su ropa interior, medias negras, traje negro y una camisa blanca.

-Ya está, estas precioso –dije terminando de acomodar el cuello de su camisa-

Lo tomé de la mano y recargándose en mi hombro nos dirigimos a la capilla del hospital.


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Frank aún se encontraba débil, debido a que venía de días de comer poco y nada, si permanecía mucho tiempo de pie se mareaba, por lo que el cura comenzó la ceremonia de una forma poco ortodoxa, Frank apoyado en mí, de espaldas sobre mi pecho y yo abrazándolo por la cintura, solo así conseguí que pudiera permanecer de pie ( <3 mis vidas! ). Hasta el día de hoy que no sé cómo convencí al cura de que nos case de esa forma.

La ceremonia comenzó, y el cura empezó a leer las partes de la biblia que yo había subrayado, frases que quería que Frank escuchara, aproveche que los ojos del sacerdote se fijaron en las páginas del libro sagrado para besar a Frankie en el cuello… no iba a haber manera de que me aguantara a besarlo hasta que termine la ceremonia, eso causo una sonora risita de mi novio, por lo que el cura nos miró, a eso se sumaron las risotadas de nuestros amigos en el fondo, el que no rio fue mi hermano, que como siempre estaba en la luna.

-Jóvenes, por favor, hagan silencio, estamos en la casa de Dios –nos retó el sacerdote

Mikey codeo a Ray diciéndole:

-Y quien está hablando?

xD


-Discúlpenos, continúe padre, es que mi novio se me hace irresistible y no me aguanto tenerlo tan cerca sin tocarlo

Frankie me miro atónito y su cara se puso de color bordo, al igual que la del cura

-Callate Gerard! No digas esas cosas pórtate bien queres!

Hice un puchero, por el reto recibido, a lo que Frankie respondió con un beso en mi mejilla y volvió a acomodarse entre mis brazos.

-Te amo tontito, pero no digas esas cosas a un cura, eso déjalo para cuando estamos solos –me susurro al oído

-Podemos dar comienzo a la ceremonia de una vez? –dijo el cura

-Claro padre continúe por favor –dijo Frank

Por fin, ahora sí, la ceremonia comenzó:

-Estamos reunidos para celebrar la unión de dos seres, la unión de dos almas, que buscan la eternidad, jóvenes sepan que el cielo, no es solamente un estado de existencia, sino un lugar literal y muy real.

Su novio llego a mi muy afligido, -dijo el sacerdote dirigiéndose a Frank- preguntándose que pasará el día en que la muerte los separe, sepan que todos los que hemos sido adoptados en la familia de Dios a través de la Fe en Jesucristo, recibiremos una vida nueva en el cielo. Así como Dios levantó el alma de Jesús, nuestras almas serán resucitadas,  es la prueba definitiva de la vida después de la muerte.
La Biblia nos dice que no solamente hay vida después de la muerte, sino que hay una vida eterna tan gloriosa que “Cosas que ningún ojo vio, ningún oído oyó, ni han sido sentidas en el  corazón de ningún  hombre, son las que Dios ha preparado para los que se aman”

Note como Frank agacho la cabeza, emocionado se dio vuelta y susurro sosteniendo su frente en mi pecho:

-Lo creo Gee, de verdad puedo sentirlo, sé que es verdad, ahora sé que todo es cierto, que Dios nos tiene reservada una vida nueva, una donde ya no tendremos que sufrir nunca más!


Pude devolverle su fe, no sé cómo lo hice pero logre ponerlo feliz, y entonces yo era feliz, hasta el sacerdote sonreía, volví a abrazarlo y le dije que yo también creía, que todo era cierto, que jamás nos separaríamos…

El cura hizo una seña que indicaba que el momento había llegado. Bob, mi mejor amigo nos acercó los anillos –hubiese pagado por adivinar los pensamientos de Bobby en ese momento, solo vi su risa entre burlona y cariñosa a la vez, ufff el había estado al lado mío desde que le confesé que Frank me gustaba, cuando me rechazaba, cuando yo actuaba como un idiota, cuando terminaba yéndome con  algún gato barato a causa de los múltiples rechazos de Frank… años más tarde Bob me confeso que sabía que nosotros dos éramos el uno para el otro, que sabía que íbamos a terminar juntos a pesar de todo. Y no se equivocó.



Tomé el anillo de las manos de Bobby y mientras lo deslizaba en el frágil y delgado dedo de mi futuro esposo comencé a decir mis votos:

-“Así como la hierba que es cortada, vuelve a crecer nuevamente, ayudada por el abrazo del sol, con la humedad de la lluvia, con el arrullo del viento; así mi vida, mi Frank, volveremos a encontrarnos, lo nuestro TE JURO, es eterno, y cuando la vida nos corte, el amor que nos tenemos va a volver a juntarnos en el cielo” Frank, mi vida, mi eternidad, me aceptas como tu esposo más allá de que la muerte nos separe?

-Acepto. Pero Gee… me quedé sin palabras… yo no prepare nada para decirte…

-No es necesario, solo haceme la pregunta.

-Me aceptas como esposo?

-Obvio, le dije sonriendo

Nos acercaron nuevamente el anillo y Frank me lo puso en el dedo. El sacerdote nos declaró oficialmente casados. Y al fin pude besarlo.




Aceptamos nuestra unión. Aceptamos el amor eterno. Aceptamos que la muerte forma parte de ésta vida. Aceptamos que la muerte física no nos iba a separar.

Aceptamos que eternidad no significa vivir para siempre.